El último desafío de Rudy Fernández, un 'underdog' acostumbrado a ganar
Tras una temporada de altibajos el Real Madrid de baloncesto llega a Kaunas lejos de favoritismos pero con el balear como referencia para dar la vuelta a los pronósticos.
Kaunas.- España desembarcaba en Japón en 2006 como una de las selecciones más potentes del mundo, pero no como la gran favorita a un Mundial que terminó levantando. Lo mismo pasó en 2019 en China. Y tres años más tarde en Berlín, con el triunfo en el último Eurobasket de una Selección que no entraba en ninguna quiniela. Y en todas estas ocasiones hay un factor común: Rudy Fernández.
El balear también sabe lo que es levantar títulos con el Real Madrid sin llevar el cartel de favorito colgado del cuello. Lo hizo la temporada pasada en ACB, cuando se impuso al Barcelona en la final tras haber terminado la liga regular por detrás de los de Jasikevicius. O en 2016 cuando se llevó el título liguero a pesar de terminar tercera en liga regular y no tener el factor cancha. Incluso en Euroliga ha demostrado que no necesita encabezar los pronósticos para triunfar. Lo hizo en 2018 cuando todo parecía preparado para el triunfo del Fenerbahce.
Ahora Rudy tiene que volverlo a hacer. Remar a contracorriente para llegar a puerto. Ya lo hizo en el quinto y definitivo encuentro ante el Partizan. Cuando peor estaban las cosas, el balear protagonizó dos acciones de esas que no cuentan en las estadísticas pero que cambian dinámicas en el partido. Primero en el banquillo, al gritar una canasta de sus compañeros en plena remontada. Eso despertó a los blancos. Luego con una recuperación de balón, lanzándose en plancha a por él.
"Si Rudy se tira a por tres balones al final del quinto partido contra el Partizán, no hay otra que seguirle"
Jugador del Real MadridUna imagen que se ha repetido a lo largo de la temporada y que ha servido de ejemplo para los más jóvenes. Rudy es el espejo en el que se mira el vestuario madridista cuando peor pintan las cosas. "Si Rudy se tira a por tres balones al final del quinto partido contra el Partizán, no hay otra que seguirle", apuntaba Sergio Llull, otro de los veteranos. "Ves fuego en sus ojos en estos partidos y no se puede sentir nada más bueno que esto en el vestuario", señalaba Hezonja sobre el peso de Rudy y del resto de veteranos del equipo blanco.
Jugadores que son el espejo en el que se miran jugadores como Musa, llamados a tomar el testigo en el Real Madrid: "Ellos tres llevan muchas Final Four jugadas, muchos partidos ganados. Es algo que han puesto en mi ADN. Soy un ganador y hago todo lo posible por ganar, pero cuando tienes compañeros que ya han ganado muchos títulos es muy satisfactorio para los nuevos jugadores. Aprendo cada día de ellos, nos empujan cada día a ser mejores, a competir. Es un privilegio tenerles en el equipo".
No hay mejor reflejo. Llull llega a Kaunas para disputar su novena Final Four (Victor Khryapa es el jugador con más presencias con 12) y será la octava para Rudy Fernández, que tiene a tiro convertirse en el jugador con más robos de balón en una final a cuatro tras colocarse a tres de JR Holden. Números que no se quedan en la hoja de estadísticas sino que se acompañan con uno de los historiales con más lustre del baloncesto europeo.
Un palmarés como espejo
Con 31 títulos en su palmarés Rudy sabe que el favoritismo no sirve de nada cuando llegan estas citas. "En una 'F4' el favoritismo queda a un lado, llegamos los cuatro mejores y todos tenemos la ambición de conseguir el título. Nosotros hemos vivido muchas semifinales y finales y vamos a intentar lucharlo.Tenemos bajas que nos hacen perder a jugadores muy importantes y referentes en nuestra dinámica de equipo, pero está al 50 por ciento. Tenemos que jugar los dos nuestro partido y olvidarnos de lo anterior".
El pasado no cuenta, pero sirve para hacerse una idea de lo que significa Rudy para el Real Madrid y la importancia que tiene en los partidos vitales. Durante la temporada regular el jugador de 38 años ha promediado 4,4 puntos por los 4,8 que ha anotado en el playoff ante el Partizan. Una serie en la que fue decisivo en el tercer partido con dos triples claves y en el quinto con un grito y una recuperación que fueron la chispa que encendió el orgullo de los madridistas.
"El Madrid transmite no bajar los brazos y dejarte la piel en cada partido, ese es el ADN del Real Madrid", sentenciaba Rudy. "No tenemos dudas dentro del vestuario. Intentamos ganar siempre. La eliminatoria contra el Partizán se nos puso muy cuesta arriba, cambiamos el chip y crecemos cuando jugamos sin red. Y en Kaunas no hay red". El terreno ideal para un equilibrista como él.