Un comienzo de temporada no tan extraño para Willy Hernangómez

Willy Hernangómez era uno de los nombres propios del baloncesto español hace poco más de un mes. El pívot madrileño lideraba a la selección española al triunfo en el Eurobasket y él se coronaba como MVP de la cita continental. Dos 'medallas' que parecían el mejor aval posible para que Willy ganase minutos y protagonismo en su tercera temporada en los New Orleans Pelicans, sexta en la NBA.

Willy aterrizaba en septiembre en Luisiana con el ánimo reforzado y con el caché subido. "Estoy muy tranquilo, vengo con mucha confianza, sé que hay muchos más equipos de la NBA interesados en mí después del Eurobasket", aseguraba a EFE durante la pretemporada de unos Pelicans para los que sí parecía contar, siendo un jugador importante con 18,2 minutos en los cuatro partidos que ha disputado en pretemporada con 13,2 puntos y 7,7 rebotes.

Sin embargo, con el comienzo de la temporada regular han vuelto los nubarrones sobre el cielo del español, que ha visto menguada su participación hasta ser casi marginal. De hecho, en los primeros seis partidos de la temporada el jugador español apenas ha disputado 14 minutos y ni siquiera las lesiones de jugadores como Zion Williamson han significado más oportunidades para el español.

Willy (7,4 puntos y 5,9 rebotes de media en sus 308 partidos en la NBA) vivió una situación especialmente complicada en el último partido disputado por el equipo de Luisiana. Los Pelicans se enfrentaban a los Clippers (91-112 para los de Nueva Orleans) y Willie Green ponía sobre la cancha a 11 de los 12 jugadores que tenía en el acta. ¿El único que se quedó sin jugar? Efectivamente, Hernangómez.

El español esperaba que su buen hacer con la selección le sirviera para conseguir más minutos. Sin embargo, lo que está ocurriendo este curso no es nada extraño para un Willy Hernangómez al que le ha costado entrar en rotación en todas sus temporadas en la NBA salvo en su primera campaña en los Knicks.

Este curso acumula 15 minutos en seis encuentros, mientras que la pasada campaña tardó nueve partidos en entrar en los planes de su entrenador. Un año antes, en su primera temporada en Luisiana, en los primeros seis partidos sólo entró en cancha en uno de ellos y apenas disputó siete minutos. Es decir, que las alarmas suenan en torno a Willy, pero no tanto porque es algo habitual desde que llegó a Nueva Orleans.

La preocupación es lógica porque un jugador de la talla del pívot madrileño no entra en los planes iniciales de Green. Sin embargo, durante las temporadas previas Willy ha sido capaz de derribar las resistencias de su entrenador y ha terminado entrando en la rotación del equipo. Ahora le toca volver a hacer lo mismo, trabajar, entrenar y esperar a una oportunidad que en otras ocasiones sí ha llegado.