Descifrando a Marc Gasol entre "la fuerza de voluntad con la comida", la palabra de Scariolo y una Champions en Girona
Compañeros en la Selección y el Girona y el técnico italiano ayudan a entender la figura del pívot de Sant Boi.

Esta noche Memphis volverá a convertirse en 'Marc City'. Esta noche Marc Gasol volverá a sacar a Elvis del trono y será el rey de Tennessee una vez más. Como lo fue durante la 11 temporadas que vistió el uniforme de los Grizzlies. Una camiseta que hizo suya y que hoy colgará del techo del FedEx Forum para que nadie la vuelva a vestir jamás.
Porque en Memphis Marc es ley. Allí fue donde empezó a llamar la atención en el Instituto Lausanne mientras Pau empezaba a construir su leyenda y allí fue donde el mediano de los Gasol dejó de ser el hermano de para ser sólo Marc.
"No es fácil vivir a la sombra de tu hermano mayor. Cuando Marc empezaba a dar sus primeros pasos, Pau iniciaba su camino a la leyenda. Pero al margen de su capacidad deportiva, sabemos que tiene una personalidad muy marcada, muy especial. Sin ser ni mucho menos fácil ha sabido trazar su propio camino y ha hecho su propia marca, su propia historia hasta convertirse en su propia etiqueta", apunta a Relevo Jorge Garbajosa, excompañero de Marc en la Selección y rival en una NBA que en aquellos años llevaba virgulilla.
"La fuerza de voluntad que yo he visto durante los años estuve en la Selección con él era tremenda. Era puro control"
"Los años de la NBA los recuerdo con mucho cariño, porque estábamos bastante de nosotros. Cada 2-3 semanas jugabas con alguno de ellos e intentábamos salir a cenar, si coincidía. Siempre era especial enfrentarte con un amigo", recuerda el hoy presidente de FIBA Europa, que ganó un oro mundial, una plata olímpica y un oro europeo junto a Marc con la Selección española.
Un equipo que supuso el inicio del camino para Marc. Ya había debutado con la camiseta del Barça cuando Pepu Hernández le llamó para sustituir al lesionado Fran Vázquez en 2006. No había tenido mucho protagonismo en el Barça ("Su primera temporada con Dusko fue dura por su forma física", apunta Carlos Cabezas) pero era "el jugador que necesitaba" ese equipo.

"Si hay algo que recuerdo de él en la época de la Selección es lo mucho que estaba preocupado por la comida", recuerda Berni Rodríguez, compañero en aquel equipo que conquistó el mundo en 2006. "Él entendía que para él era muy importante tener un buen nivel físico y eso pasaba por cuidar su alimentación. La fuerza de voluntad que yo he visto durante los años estuve en la Selección con él era tremenda. Era puro control después de haber entendido en su primera etapa ya profesional que tenía que cuidar su alimentación".
Fue ese control y esa mentalidad estajanovista, entendiendo que el trabajo requiere sacrificio, la que transformó a Marc, pasando de ser un adolescente con cualidades a ser una estrella del rock en Memphis, previo paso por un Akasvayu Girona en el que mostró su cara más dominante y que le valió para convertirse en habitual en una Selección donde coincidió con Sergio Scariolo.
Un cambio de plan que lo transformó todo
La relación en la cancha entre el pívot y el técnico terminó entre sonrisas y parabienes con la felicidad del anillo conseguido juntos en Toronto. Pero no fue un flechazo de primeras. En 2009 el técnico italiano tenía un plan para el Eurobasket, pero una lesión de Pau lo cambió todo y así lo recuerda en Relevo, cuando le preguntan por aquel primer torneo juntos.
"Marc siempre había sido el suplente en los años anteriores de Pau. Pensé que era un jugador de un grandísimo potencial, que estaba explotando también en la NBA y que teníamos que darle un uso cuantitativo superior a solo los minutos en los que Pau salía de la cancha. Y evidentemente esa era una de mis ideas: Ricky base titular, Juan Carlos Navarro y Rudy Fernández ya no uno el suplente del otro, Pau Gasol, Marc Gasol, no uno el suplente del otro, sino que este fuera nuestro quinteto titular. Y lo comenté al equipo y le manifesté mi ilusión y mi entusiasmo", rememora el italiano sobre su primer acto al frente del equipo nacional.
"Pero todos sabemos lo que pasó, ¿no? Pau se lesionó. Esta idea, muy complicada por llevar a la cancha y en total contratendencia con el baloncesto que se estaba jugando en ese momento con cuatro muy pequeños,exteriores y dinámicos, necesitaba más probaturas, más correcciones que no pudimos hacer. Entonces tuve que elegir entre el bien del equipo y el bien personal de un jugador y mi propia reputación de no fallar a las palabras que doy. Y tuve que elegir obviamente el bien del equipo, por supuesto, aceptando, entendiendo que Marc no pudiese estar contento porque era obvio que no lo fuera".
Fue otro paso más en la maduración de un jugador diferente y que se hizo diferencial sin necesidad de tener dobles dígitos de anotación en su casillero. "El rasgo más identificativo de Marc, porque entonces se salía de los estándares, era la inteligencia aplicada al baloncesto, a la hora de leer el juego, las ayudas defensivas. Porque Marc ha sido decisivo en ataque… pero lo era mucho más en defensa", señala Garbajosa. "A Marc a veces le costaba tomar responsabilidades ofensivas, pero las defensivas nunca las ha rehuido. Es un jugador que siempre ha asumido la responsabilidad. Esa inteligencia me cuesta recordar a alguien de su nivel".
"Es un jugador con una capacidad de conocer del juego, una capacidad de manejar, de almacenar la información, elaborarla y producir luego una acción. No era sólo conocimiento teórico. Era capaz de estudiar, de analizar, cómo un entrenador", apunta Scariolo. "Realmente yo he conocido a muy pocos jugadores o casi ninguno con esa capacidad de estudio y de análisis. Porque adora el juego. No le costaba. Tenía mucho interés y de cara a sus compañeros era un soporte fundamental porque con una bocalidad muy constante estaba muy presente. Es muy detallista y estaba constantemente ayudando a sus compañeros en ambos lados de la cancha".

Esa capacidad defensiva, que le llevó a ser Mejor Defensor de la NBA en 2013, y esa inteligencia son sólo dos de las señas de identidad de un jugador "adelantado a su tiempo y lo estamos viendo ahora con Jokic. Tenía la capacidad de ver el juego, de pasar y de hacer jugar que le hacían diferencial", apunta Carlos Cabezas, que compartió habitación con Marc en aquel Mundial de 2006 y que aventura que alguna lágrima se escapará de los ojos de Gasol esta noche cuando vea su camiseta subiendo al cielo de Memphis. "Estoy convencido. Ha vivido cosas maravillosas y ha conseguido títulos increíbles, pero este es un momento diferente, muy especial. Yo lo viví en Málaga y al final él tiene un corazón enorme y es una persona muy sentimental, por lo que creo que se va a emocionar".
Inteligencia, corazón, solidaridad… son sólo algunos de los adjetivos que ponen excompañeros y entrenadores para definir a Marc, la persona, no a Gasol el jugador. "Fuera de la pista un tipo muy normal si se puede ser normal siendo Marc Gasol. Una persona muy amable, muy simpático, muy gracioso y un tipo muy extrovertido", recuerda Berni, mientras que Garbajosa apunta, una vez más, a su cabeza. "Es un tipo superinteligente, que dice lo justo. No le gusta hablar por hablar. Se gana el cariño de la gente de forma natural, sin pretenderlo, siendo él mismo. Es muy especial. No escucharás a nadie hablar mal de Marc".

Esa cercanía es la misma que demostró cuando decidió poner punto y final a su carrera en la NBA y volvió a vestirse de corto con la camiseta de su Girona, el equipo que dirigía desde los despachos y que quería dejar en ACB. "Cambió los Lakers por la LEB Oro y eso ya cambió el objetivo del equipo", afirma Txemi Urtasun que en aquel 2022 en el Marc se convirtió en MVP de la LEB dentro y fuera de la cancha, como recuerda el escolta navarro.
"A él le gusta mucho el fútbol y entre su casa y un sitio de hamburguesas que teníamos en Girona nos pasamos los cuartos de final, la semifinal y la final de la Champions"
"A él le gusta mucho el fútbol y entre su casa y un sitio de hamburguesas que teníamos en Girona nos pasamos los cuartos de final, la semifinal y la final de la Champions. Te abría las puertas de par en pa y es lo que más me impactó. Pudimos ir a su casa y allí vimos todos sus trofeos, la pista de basket que tiene, camisetas de los jugadores más legendarios firmadas: de Jordan, de Kobe, de Shaquille… Todas puestas ahí en un gimnasio, que te permitía también conocerle a él un poco por dentro. Esa visita a su casa engrandece más su figura, te das cuenta de la dimensión de su persona y su personaje. Y lo tienes ahí, invitándote a su casa, abriéndote las puertas, tomándote una cerveza viendo un partido de Champions".
Son anécdotas que sirven para descubrir a un jugador histórico que hoy completa su leyenda con una ceremonia que sólo otro había vivido otro jugador español. Precisamente su hermano Pau, el mismo cuyo traspaso le permitió ser leyenda en Memphis, el mismo con el que protagonizó un salto histórico para el baloncesto español y el mismo al que dejó atrás para dejar de ser el hermano de y convertirse en Marc Gasol.