NBA

Joel Embiid cierra el debate por el MVP en una noche de narrativas, rivalidades y 52 puntos

El jugador de los Sixers firmó uno de los mejores partidos de la temporada ante el eterno rival y dejó finiquitada la carrera por el MVP.

Joel Embiid machaca ante la presencia de Tatum y Williams./AFP
Joel Embiid machaca ante la presencia de Tatum y Williams. AFP
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

El camerunés se enfrentaba en televisión nacional ante su mayor enemigo, Boston Celtics. Y mientras Nikola Jokic sufría ante los Rockets, en una derrota inesperada por parte de Denver con solo 14 puntos, Joel Embiid se iba hasta los 52 ante una de las mejores defensas de la NBA. Un equipo que siempre ha sabido cómo frenarle, un equipo que le ha eliminado dos veces en los playoffs y con el que se deberían encontrar en semifinales de conferencia. Y con solo tres partidos por jugarse, cinco días de NBA y lo que parecía una lucha abierta, Joel Embiid ha cerrado de golpe la carrera por el MVP. 

Hace unos años, tras caer en el primer partido de la temporada de 2018 en Boston por casi 20 puntos, Joel Embiid dejaba una frase que todavía resuena en la cabeza de aficionados de ambas franquicias: "No es una rivalidad, siempre nos patean el culo", exclamaba el camerunés. Y no le falta razón. En 31 ocasiones que se han enfrentado, entre temporada regular y playoffs, Embiid ha perdido 20 (récord de 35.5%) contando el encuentro de anoche. Y el formato siempre el mismo, con Joel firmando números históricos y el equipo no sabiendo estar al nivel. Ni con Ben Simmons en 2018, ni con Jimmy Butler en 2019, ni en la burbuja con Al Horford en Philadelphia. Y este año el récord estaba 3-0 hasta ayer.

Porque por fin pudo Joel conseguir eso que tanto anhela, superar a sus demonios, y lo hizo con una exhibición de calibre MVP. 52 puntos, la mitad de los que anotó Philadelphia (104), con un 20/25 tiros de campo, 12/13 en tiros libres, 13 rebotes, seis asistencias y dos tapones. Solo Wilt Chamberlain había hecho un partido similar, en dos ocasiones en su carrera, en números que son de absoluto escándalo. Y lo aseguraba Doc Rivers, entrenador de los Sixers, al acabar el partido: la carrera por el MVP se ha cerrado esta noche.

Y es injusto usar un partido como referencia para decidir al MVP, pero así ha funcionado el voto entre los periodistas en los años recientes. Las narrativas, tan odiadas por unos y queridas por otros, han decidido el premio y sumado a la fatiga del votante, con Nikola Jokic y Giannis Antetokounmpo acumulando los últimos cuatro galardones, se ha puesto de moda el argumento definitivo. Le toca a él, a Joel Embiid. Y actuaciones como las de ayer, en televisión nacional, en un partido entre rivales directos, ante la tercera mejor defensa de la NBA y un equipo que tiene la matrícula del camerunés, sirven como veleta para voltear narrativas, o edificarlas.

Joel tiene todos los argumentos para ser MVP. Tras los 52 puntos de anoche es virtualmente por segundo año consecutivo el máximo anotador de la NBA, necesitando un milagro de Luka para evitarlo, y ha conseguido que los Sixers ganen 52 partidos, cifra a la que no llegaban desde 2018, con todavía tres por jugarse. La última vez que superaron los 53 triunfos, en 2001, llegaron a las NBA Finals. Y en su equipo tenían al MVP, Allen Iverson. Estos Sixers buscan repetir doble premio, finales y MVP. Aunque Joel, que lleva dos años quedando segundo en el galardón al mejor jugador, firmaría volver a quedar finalista si eso implica por fin pisar unas finales de la NBA.