El movimiento inesperado que pone a LeBron James a un paso de cumplir el sueño de jugar con su hijo en los Lakers

LeBron James cada vez está más cerca de cumplir su sueño de compartir cancha con su hijo mayor en la NBA. Y no sólo parquet. Puede que finalmente terminen compartiendo equipo y vistiendo la camiseta de Los Angeles Lakers tras el inesperado movimiento hecho por los New Orleans Pelicans y que puede tener consecuencias para el conjunto californiano.

Todos los movimientos en esta partida de ajedrez comienzan en 2019, con la llegada de Anthony Davis a los Lakers. Un traspaso por el que los angelinos se convertían en candidatos a todo con uno de los mejores interiores de la última década jugando con LeBron, mientras que los Pelicans se hacían con Lonzo Ball, Brandon Ingram, Josh Hart y tres primeras rondas del draft… incluida la de 2024.

Y ahí es donde entra en juego Bronny James. Según ha adelantado Adrian Wojnarowski la franquicia de Nueva Orleans está dispuesta a aplazar esta primera elección en el draft hasta la temporada que viene y dejaría esa selección en poder de los Lakers, que podrían escoger al hijo de LeBron James con el número 17 del próximo draft y así asegurar la continuidad del alero.

Según el propio Woj, David Griffin, vicepresidente ejecutivo de baloncesto del equipo de Nueva Orleans, informó al GM de los Lakers Rob Pelinka de sus intenciones. Los Lakers, además, tienen la elección número 55 pero no querían ver que alguna otra franquicia se hacía con los derechos de Bronny por lo que eso puede suponer para retener a LeBron.

"Este es un negocio serio, no creo que alguien tenga la idea de elegir a este chico para conseguir a su padre. No creo que un director general lo haría. Nunca pensé en eso, creo que puse todo el trabajo necesario y que si me eligen será por el jugador y la persona que soy", aseguró Bronny hace unas semanas, antes de anunciar su decisión de mantener su nombre en el draft.

Y si acabara jugando con su padre, Bronny consideró que lo principal seguirá siendo el equipo."Si llego a eso no creo que sea solo algo en torno a mi padre y yo, estaría feliz por legar a la NBA más que enfocado en el hecho de jugar con mi padre. Pero esa no es mi mentalidad, quiero poner el trabajo y ver dónde voy a llegar", aseguró.

A LeBron le quedan un año de contrato en Los Angeles Lakers y, pese a que agente Rich Paul no ha asegurado la continuidad de James en el equipo angelino, el futuro de LeBron y la franquicia parecen ir de la mano y allí pretende conseguir el último gran objetivo en su carrera NBA. "Quiero jugar con mi hijo, quiero compartir pista con Bronny" decía sobre su hijo mayor. "Ya sea en el mismo equipo o jugando uno contra otro, en el mismo partido, no defendiéndonos porque él juega de base y yo soy más interior".