BALONCESTO

La NBA tiene su propia leyenda de Halloween: el hotel 'fantasma' que aterroriza a las estrellas

Jugadores como Irving o Lou Williams pidieron un cambio de alojamiento para no quedarse en el hotel Skirvin de Oklahoma.

La fachada del Hotel Skirvin de Oklahoma./INSTAGRAM: SKIRVIN HILTON
La fachada del Hotel Skirvin de Oklahoma. INSTAGRAM: SKIRVIN HILTON
Guillermo García

Guillermo García

En plena noche de Halloween, entre brujas y fantasmas, la NBA también cuenta su particular historia de terror. Más allá de las fiestas y los disfraces con los que muchas de sus estrellas deslumbran en la noche del 31 de octubre, la mejor liga del mundo cuenta con su particular maldición, encerrada entre cuatro paredes y que de vez en cuando vuelve para atemorizar a las estrellas de la liga.

Situado en One Park Avenue, a escasos 10 minutos andando del Chesapeake Arena donde juegan Thunder, el majestuoso Hotel Skirvin ha sido durante años el alojamiento elegido por las franquicias de la NBA cuando viajaban hasta Oklahoma. Sin embargo, los testimonios y las quejas de las estrellas han convertido a este hotel con más de 100 años de historia en un recinto maldito en el que muchos jugadores ya no quieren hospedarse.

Todo por culpa del fantasma de una mujer y de su hijo. Cuenta la leyenda que un empresario de la zona, el señor Skirvin, tuvo una relación con una de las amas de llave del hotel y al tener un hijo los encerró en una de las habitaciones. Ella enloqueció y saltó por la ventana con su bebe en brazos. Desde entonces, el fantasma de 'Effie', como se llamaba la empleada, ha protagonizado extraños sucesos.

Una leyenda conocida

"Todo el mundo en la NBA ha oído hablar de Effie", aseguraba Caron Butler, exjugador de los Thunder, que fue de los primeros en hacer público los sucesos paranormales que encerraba el centenario establecimiento. Sonidos inexplicables, puertas que se abren y se cierran de golpe en mitad de la noche, bañeras que se llenan de agua solas… Todos estos sucesos han sido denunciados en algún momento por jugadores NBA.

En 2010, el New York Daily News fue el primer medio en hacerse eco de lo que sucedía allí cuando varios miembros de los Knicks pasaron una noche terrorífica que les provocó llegar al partido al día siguiente sin dormir. "Hay algo que pasa ahí. Dicen que pasó en la décima planta y yo era el único que estaba en esa planta. Por eso me pasé toda la noche en la habitación de Nate Robinson. Aquí hay fantasmas", explicaba el entonces jugador del equipo neoyorquino Eddy Curry tras una noche en la que no paró de escuchar ruidos extraños y terminó saliendo de su habitación.

Derrick Rose, uno de los jugadores afectados por el Skirvin. GETTY IMAGES
Derrick Rose, uno de los jugadores afectados por el Skirvin. GETTY IMAGES

Todos los equipos han tenido alguna historia o algún susto en el Skirvin. Por ejemplo Derrick Rose recuerda que en su etapa en los Bulls las puertas del baño se cerraron un par de veces de forma violenta. Desde entonces, el equipo de Illinois no ha vuelto a quedarse en el hotel.

Wesley Johnson, ex jugador de los Phoenix Suns, recordaba en 2013 cómo había vivido una experiencia similar después de que su bañera apareciera llena de agua en mitad de la noche. Y Lou Williams, en 2015 en las filas de los Lakers, buscó un alojamiento por su cuenta y se negó a quedarse en el hotel 'maldito'. Lo hizo después de que Metta World Peace asegurara que había sentido que alguien le tocaba durante la noche.

Capítulos que han llevado a que los equipos de la liga estadounidense hayan puesto la cruz a este establecimiento, donde también han sufrido periodistas como Bill Simmons, uno de los más reputados en cubrir la NBA, que afirmaban que había escuchado voces en su habitación. Leyenda o no, el Skirvin sigue siendo el particular cuento de Halloween de la NBA.