NBA

Scottie Pippen lanza una nueva sombra estadística sobre el reinado de Michael Jordan: "No podía hacer nada"

El alero desentierra el hacha de guerra y deja entrever que los anotadores engordaban las estadísticas del mítico '23'.

Michael Jordan y Scottie Pippen durante un partido de los Chicago Bulls./AFP
Michael Jordan y Scottie Pippen durante un partido de los Chicago Bulls. AFP
Guillermo García

Guillermo García

Michael Jordan y Scottie Pippen, Batman y Robin, parecían un binomio indisoluble, un 1+1 que siempre eran 2 que siempre terminaba con un anillo en los dedos, demostrando que eran uno de los mejores dúos del mundo del deporte. La relación parecía inquebrantable. Sin embargo, una vez que ambos colgaron las botas, la distancia entre ambos se fue haciendo cada vez mayor… hasta hacerse insalvable.

Al menos por parte del alero de Arkansas que ha vuelto a aprovechar para tratar de ensombrecer la carrera de Jordan, considerado el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos. Tras varias declaraciones en las que ha mostrado su preferencia por LeBron James en esa carrera por el trono al mejor de la historia, ahora Pippen ha puesto en duda las estadísticas del '23' durante su época en los Bulls.

Un reportaje de Tom Haberstroth en Yahoo pone entre interrogantes los números que llevaron a Jordan a ser nombrado Mejor Defensor de la NBA en la temporada 1987-1988, siendo uno de los tres jugadores que ha sido capaz de conseguir ese galardón y el MVP de la liga regular en una misma temporada. Una información en la que se asegura que las estadísticas en Chicago eran el doble de las que firmaba fuera de casa: 4 robos y 2,1 tapones como local por 2,1 recuperaciones y 1,2 'chapas' lejos de Illinois.

Cifras a las que ahora se suman las acusaciones de Pippen, que asegura que en casa algunas acciones que protagonizaba él iban a parar a la casilla estadística de Jordan: "Yo desviaba un balón y le mandaba el balón a Jordan. ¿Deberían darme el crédito por el robo, no? La mayoría de las veces no era así. La mayoría de las veces iba a su columna de estadísticas y no podía hacer nada al respecto", asegura el alero en su biografía.

"Una noche uno de los anotadores entró en el vestuario y le entregó la hoja de estadísticas a Phil Jackson y al resto del cuerpo técnico. Allí estaban los puntos, rebotes, asistencias, tapones y robos de todos los que habían jugado. No podía creer la mirada que el tipo le dedicó a Michael. "Mira, MJ, nosotros cuidamos de tí". No es de extrañar que en las nueve temporadas completas que jugamos juntos, promediara más robos que yo en todos los años excepto en dos".

"Yo desviaba un balón y le mandaba el balón a Jordan. ¿Deberían darme el crédito por el robo, no? La mayoría de las veces no era así y no podía hacer nada"

Scottie Pippen

Unas palabras que unidas al reportaje de Yahoo! ponen en duda los méritos defensivos de Jordan, uno de los pesos a su favor en la balanza por ser el mejor de todos los tiempos. Pero, ¿por qué esa animadversión de Pippen hacia Jordan? ¿De dónde sale?

Todo estalló por los aires con la emisión de 'The Last Dance'. La serie documental de Netflix que entretuvo a más de medio mundo durante la pandemia fue el punto de partida de un conflicto que no parece tener fin. Pippen no tardó en salir a los medios a criticar a su antiguo capitán al entender que la cinta hacía de menos al resto de jugadores de los Chicago Bulls. "El documental glorificó a Jordan sin dar elogios suficientes ni a mi ni a mis compañeros de equipo. Eso es culpa de Michael, que tenía el control editorial del producto", aseguró el jugador de Arkansas, que también atacó a Jordan por haber cobrado del documental, al contrario que el resto de jugadores de aquel equipo.

Ese fue el detonante de una guerra en la que los disparos vienen sólo del frente de Pippen. El alero también aprovechó la publicación de sus memorias 'Unguarded' para atacar la figura del '23': "Michael estaba equivocado. No ganamos seis campeonatos porque se metiera con nosotros para motivarnos. Ganamos a pesar de que hiciera eso. Ganamos porque jugamos baloncesto en equipo, lo que no había ocurrido en mis dos primeras temporadas, cuando Doug Collins era nuestro entrenador. Eso es lo especial de jugar para los Bulls: la camaradería que establecimos entre nosotros, no es que nos sintiéramos bendecidos de estar en el mismo equipo con el inmortal Michael Jordan. Fui un compañero de equipo mucho mejor de lo que nunca fue Michael".