Walter Clayton, un jugador "gordo, lento y que no sabe tirar" culmina la remontada increíble de Florida y hace campeón NCAA al gigante Olivier Rioux y sus 2,36

Los Florida Gators son los nuevos campeones de la NCAA tras ganarle la final a los Houston Cougars por 65-63 en San Antonio (Texas) en un partido que apuntaba a un final muy distinto apenas unos minutos antes del desenlace. Los Gators remontaron doce puntos de desventaja ante Houston, el equipo que había dado la sorpresa en las semifinales al eliminar a Duke, y volvieron a reinar en el baloncesto universitario por primera vez desde 2007.

Will Richard lideró a los Gators con 18 puntos y ocho rebotes, apoyado por los doce de Alex Condon y los 11 de un Walter Clayton Jr que terminó siendo el MOP (Most Outstanding Player) tras sumar a su anotación cinco rebotes y siete asistencias, además de un tapón y un robo de balón. Números que parecían impensables hace apenas cuatro años.

Entonces Clayton parecía predestinado al campo de fútbol. De hecho, recibió varias ofertas universitarias para jugar con ellos. Sin embargo, él las desechó todas por cumplir un sueño: triunfar en el mundo del baloncesto a pesar de que ninguna universidad se había fijado de primeras en él.

Era una época en la que nadie le pedía autógrafos por sus canastas y sí por sus recepciones en el campo de fútbol americano. Sin embargo, encontró hueco en la Universidad de Iona, a pesar de las reticencias de su entrenador. El legendario Rick Pitino -uno de los nombres propios de este March Madness con su temporada en Saint John's- vio un entrenamiento de Clayton por vídeo durante la pandemia y le calificó como "gordo, lento, no sabe tirar… pero puede pasar".

Una sentencia demoledora que, sin embargo, no minó el ánimo de Clayton. Todo lo contrario. Se ganó la confianza de Pitino con los Gaels y poco a poco fue ganando protagonismo en su pizarra y ya en su segunda temporada se hizo un hueco en el quinteto titular con 16,8 puntos por partido y 3,2 asistencias. Cifras con las que llamó la atención de Florida, que aprovechó la salida de Pitino para lanzarse a por él.

Y Clayton no defraudó. Pronto asumió el mando de los Gators a los que hoy ha llevado al tercer título nacional de la historia, coronando una temporada de ensueño que parecía desvanecerse ante el empuje de Houston, que llegó a ir mandando hasta por 12 puntos a falta de 16 minutos. Sin embargo el equipo de Florida no se rindió y se puso en manos de Clayton para emerger como campeones.

El MOP, que ya a aparece entre los 20 primeros de un draft comandado por Cooper Flagg, cerró un partidazo y suyo fue el honor de ser el primero en cortar la red de campeón, aunque luego muchas miradas se centraron en Olivier Rioux, que cumplió con su tradición de cortar la red sin necesidad de escalera.

El gigante de 2,36 que jugó en la cantera del Real Madrid, es uno de los grandes atractivos de los Gators a pesar de no haber jugado en toda la temporada. El canadiense tendrá que esperar al curso que viene para su estreno universitario, aunque lo hará a lo grande como campeón de la NCAA.

Y eso que Houston tuvo el último tiro, con la posibilidad de ganar el partido con un triple. Esa fue la apuesta de los texanos, pero Emanuel Sharp no consiguió lanzar ante la defensa de Florida. Dejó rebotar el balón y Condon lo recuperó para certificar el triunfo de los Gators.

Houston saboreó la victoria al principio de la segunda mitad, cuando logró un 8-0 para escaparse 42-30. Pero Florida no dejó de luchar, volvió a equilibrar el encuentro tras un parcial de 8-0 extendido a 21-9. Clayton y Richard llevaron de la mano a Florida en los últimos minutos y Houston, en el que LJ Cryer anotó 19 puntos, vio derretirse sus opciones. Acabaron con remordimientos por no conseguir jugarse la última posesión por un fallo de Sharp que entregó el título a Florida.