Kiko Costa, el tesoro mejor guardado de Portugal: "Todavía soy un niño"
El portugués, una de las estrellas del Campeonato del Mundo a sus 17 años, se sincera con Relevo antes de su primer gran torneo internacional.

Ayer arrancó un Mundial de balonmano en el que están casi todos los mejores jugadores del mundo. Las grandes estrellas de este deporte, esas que brillan en las principales ligas europeas, no quieren perderse una cita que puede consagrar una carrera. También es un evento al que acuden muchos jóvenes que quieren abrirse paso en un deporte que cada año cuenta con más talento en la pista. Y en ambos lados está Kiko Costa, un chaval de 17 años que está rompiendo todos los registros goleadores en Portugal y que está llamado a ser la próxima gran estrella en el mundo balonmanístico.
El lateral diestro del Sporting de Portugal afronta su primer gran campeonato internacional después de pasar por todas las categorías inferiores del combinado luso mucho antes de la edad a la que le tocaba. "Es increíble jugar con los mejores del país, un sueño. Estoy mejorando mucho entrenando a diario con ellos y quiero ganar junto a mis compañeros muchos partido y títulos", reconoce la joven estrella en una charla con Relevo.
Pese a su imparable irrupción en el balonmano hace menos de dos años, cuando el Sporting decidió pagar su cláusula de rescisión y la de su hermano para ficharlos desde el Porto, Costa no ha dejado de crecer, aunque él mantiene los pies en el suelo. "Mi papel es el de ayudar al equipo. No puedo decir que sea un líder porque tengo 17 años y soy un niño. Lo que quiero es ayudar en todo lo que pueda sobre el campo a mis compañeros, que me están apoyando mucho" asegura el portugués, que no desea que la presión se adueñe de él. "Yo busco disfrutar de mi deporte, no pensar mucho en lo que dicen de mí y sacar mejor mi máximo nivel", apostilla.

Recuperado de un fuerte golpe que sufrió en el último amistoso previo al Mundial, del que asegura estar "totalmente recuperado", Costa debuta hoy en el torneo ante Islandia. "Estamos muy bien, con confianza y queremos ganar en el primer encuentro. Tenemos un equipo fuerte y trataremos de hacerlo lo mejor posible para llevarnos la victoria", apunta el joven talento, que sabe que le ha tocado uno de los grupos más difíciles del torneo. "Nosotros tenemos nuestras armas y el objetivo es ganar todos los partidos".
Su llegada a Lisboa fue un movimiento estratégico del Sporting, que no dudó en abonar su cláusula en represalia por un fichaje que firmó el Porto a la inversa. Allí coincide en la pista con su hermano Martim, y en el vestuario con su padre Ricardo, que es el técnico, una cercanía que cree que le beneficia. "Para mí es un más fácil porque estoy viviendo con mi familia, lo llevaría peor estando solo con 17 años. Mi padre me ayuda mucho a crecer y a ser un jugador mejor", apunta Costa.
Sobre su hermano mayor, de apenas 20 años de edad y con el que lleva jugando "toda la vida", asegura que se entienden sin necesidad de mediar palabra. "Podemos trasladar todo lo que hacemos en nuestro club a la selección. En la pista no nos hablamos, nos basta con una mirada para saber qué hacer", reconoce.
This is handball♥️
— Rasmus Boysen (@RasmusBoysen92) May 7, 2022
Kiko Costa. 17 years old. Just played the match of his life with 19 goals. But it wasn’t enough!
The players of the biggest rivals of Sporting CP, FC Porto, instead of celebrating the (almost) title, take the time to comfort a heartbroken opponent! Love it! pic.twitter.com/jvTemYXfj6
En el futuro sabe que jugará en el extranjero, aunque todavía desconoce el lugar. Sin embargo, no tiene prisa por dar el salto. "Todavía tengo 17 años, soy un niño y necesito seguir aprendiendo para ser mejor jugador y mejor persona". Hace unos meses le metió 19 goles al Porto en un partido y los analistas se preguntan, ¿cuántos podrá meter en el Mundial?