Toni Kroos 'destapa' cómo empezó a doparse Jan Ullrich: "Viene un médico y te dice que tiene una receta secreta"
El exciclista alemán pasó por el podcast del jugador del Real Madrid y pasó revista a su carrera, su depresión y su momento actual.

Conviene empezar por el principio. Para explicar la figura de Jan Ullrich desde los ojos de un alemán que creció viéndole ascender el Alpe D'Huez peleando codo con codo con Lance Armstrong hay que hacerlo desde la admiración. La que sentía todo el por un ciclista estratosférico que puso el deporte del pedal en primera línea y les hizo soñar con grandes gestas en las rampas de los Alpes y los Pirineos. Hasta que todo explotó.
Uno de esos niños que creció admirando al ciclista de Rostok fue Toni Kroos. El futbolista del Real Madrid ha aprovechado la presentación del documental sobre la vida de Ullrich para invitarle a 'Einfach mal Luppen', el podcast que conduce con su hermano y en el que ha conseguido que el campeón del Tour en 1997 se abra sobre los momentos más difícilers de su vida. Pero también que recupere en su memoria las gestas que dejó sobre la carretera.
La conversación comienza precisamente en esos inicios, con Ullrich recordando la figura de su padre, que dejó a su familia cuando él sólo tenía tres años, la influencia de su hermano para convertirse en ciclista profesional y las dificultades de su madre para ayudarle económicamente en sus inicios. Un deportista de élite que conquistó dos grandes vueltas (Tour en 1997 y Vuelta a España un año después) y dos medallas olímpicas, pero que terminó sepultado por sus demonios.
Una época que estuvo a punto de costarle la vida tal y como se refleja en el documental sobre su vida estrenado el pasado mes de diciembre y que ahora ha confirmado en su visita a Kroos. "En 2018 estaba en lo más bajo. Lo perdí casi todo y casi mi vida. Eso fue realmente extremo. Ahí decidí que tenía que cambiar todo", recuerda un Ullrich que también confiesa los motivos que le llevaron a abrirse tras muchos años de silencio. "Había decidido no decir nada, pero me estaba construyendo otra vida y no funcionó. Entonces, en ese momento tan bajo decidí que tenía que compartirlo con la gente, rompí todas las barreras que había construido a mi alrededor".
"En 2018 estaba en lo más bajo. Lo perdí casi todo y casi mi vida. Eso fue realmente extremo. Ahí decidí que tenía que cambiar todo"
Ullrich, que se rehabilitó de su adicción a la cocaína en una clínica en Mallorca, apunta a los responsables que le hicieron salir del pozo en el que estaba metido. "Estaba deprimido", reconoce el excorredor, que también confiesa sus problemas económicos que le llevaron a estar sumido en un pozo del que finalmente parece haber salido. "Tenía que dejar lo que estaba haciendo. Tenía que llevar una vida normal de nuevo. Creía que estaba totalmente derrotado, pero me dije que no podía seguir así, que tengo cuatro hijos. Ellos me motivaron, porque yo me había abandonado completamente. Sin mis hijos probablemente hoy no estaría aquí".
¿Qué llevó a Ullrich a esta situación? Lo primero, la presión que sufre un deportista de élite como el mismo recuerda. "Parecía que tenía que ganar cada carrera porque había ganado la más difícil. No conseguía desconectar por la presión de los medios. Cuando me iba de vacaciones no estaba tranquilo. No podía volver a una vida habitual. Necesitaba descansar, pero tenía actos con patrocinadores, publicidad, entrevistas… Tuve una presión que sentí como extrema".

La otra explicación a su descenso se encuentra en el dopaje. Una práctica generalizada a finales de los 90 y con el comienzo del nuevo siglo, como él mismo ha confesado en el podcast del jugador del Real Madrid. "Entonces venía un médico y te dice que tiene una receta secreta con efectos inmediatos", recuerda el alemán sobre cómo empezó a usar EPO.
Una práctica generalizada en el pelotón como él mismo señala: "Hoy en día el doping está desplazado. Todos saben lo que es, pero entonces no era así. Ahora sí me siento culpable, pero entonces no se podía controlar". No es la primera vez Ullrich habla de ese dopaje sistémico en el pelotón y del consumo de eritropoyetina. "Estaba en la lista de sustancias prohibidas, pero no podía ser controlada. En aquella época no era un delito sino una igualdad de posibilidades. No te sentías culpable porque sabías que las personas contra las que luchabas también la usaban muchos de ellos. Crees que no haces nada malo".
"Yo perdí todo lo que había construido durante décadas, los amigos, la familia, los contactos…Todos siguen haciendo su vida cuando tú has caído y eso hace mucho daño"
Todo cambió con el escándalo del equipo Festina en 1998. "Fue la primera vez que los ciclistas tenían que dormir en la cárcel", apostilla el corredor de Rostock, antes de recordar cómo de la noche a la mañana pasó de ser un ídolo a ser un proscrito. "De repente pierdes todo. Yo perdí todo lo que había construido durante décadas, los amigos, la familia, los contactos…Todos siguen haciendo su vida cuando tú has caído y eso hace mucho daño. Te preguntas por qué estás así si no has hecho nada diferente a lo que han hecho muchos otros. De repente te dejan caer y tienes que levantarte solo. Ya no hablas con amigos sino que hablas con abogados. Estás perdido y no te puedes proteger".
Hoy todo eso parece un mal sueño del que Ullrich trata de despertar. Lo hace en compañía de sus hijos, de su amigo Lance Armstrong y de su propia experiencia, la que ahora ha contado en un documental y ahora también en una conversación sin pelos en la lengua con un Kroos cada vez más afianzado al otro lado del micrófono.