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Melli, el bético que mejor conoce al Gent, disfruta de la vida rural: "Fernando Vázquez fue especial, buscaba nuestro corazón"

El barbateño, que jugó en el Betis durante siete temporadas, recuerda para Relevo sus experiencias en el fútbol y en el rival verdiblanco.

Melli, en un partido durante su etapa en el Gent./AFP
Melli, en un partido durante su etapa en el Gent. AFP
Samuel Silva

Samuel Silva

El Betis regresa hoy a la Conference League en Gante, una ciudad belga que también tiene vinculación verdiblanca. Allí, entre 2011 y 2013, brilló Juan Alberto Andreu Alvarado, Melli, (Barbate, 1984), un canterano bético que inició en Flandes una aventura que más tarde lo llevaría a Moldavia, Grecia o Azerbaiyán. "El fútbol lo viven con mucha pasión", recuerda el exdefensa a Relevo antes de un partido que seguirá atentamente por su pasado en ambos clubes.

Apartado de la primera línea del fútbol, Melli sí mantiene su vinculación colaborando con la agencia que siempre llevó sus asuntos. "Me quitó el gusanillo viendo partidos de chavales, de juveniles hacia abajo", dice el barbateño, residente ahora en Morón de la Frontera, donde disfruta de la calma de la vida rural. La actividad física también la mantiene con las carreras de trail y no tanto con esa pelota que lo tuvo en activo hasta 2019, cuando colgó las botas en el Mirandés.

Producto de la prolífica cantera del Betis, Melli, internacional y capitán en las categorías inferiores de la Selección española, vivió la mejor época del club a comienzos del siglo XXI. Aquella generación liderada por Joaquín que se proclamó campeona de la Copa del Rey en 2005 y clasificó al Betis para la Champions. "Fue un año impresionante. Todo el mundo cuando hablamos me lo recuerda. Son vivencias especiales, como también cuando se ganó la última Copa. Tuvimos un grupo extraordinario y se disfruta", rememora el barbateño, que recuerda con cariño las enseñanzas de Fernando Vázquez cuando todavía jugaba en el filial. "Siempre intenté quedarme con lo mejor de todos, pero con él fue especial. Fue el primer entrenador que me ayudó, más que buscar el rendimiento miraba el corazón de todos esos niños béticos", dice del gallego, a quien no le fue bien en Heliópolis pero que sí dejó huella por su forma de trabajar con los jóvenes.

Melli, en un partido con el Betis.
Melli, en un partido con el Betis.

Central prometedor en sus inicios, sus mejores años como bético los vivió como lateral. "Quizá nunca supe decir no y eso me hizo jugar mucho en una posición que no era la mía natural. Si tenía que jugar de lateral, lo hacía, otros hubieran dicho que no", dice Melli, uno de esos futbolistas que siempre antepuso los intereses del grupo a los individuales. Los convulsos años en el Betis, con el descenso a Segunda y el adiós de Lopera, acabaron con Melli en el Tenerife, donde sólo estuvo un año antes de emprender la aventura en el KAA Gent. Eran aquellos años de la crisis en España y Melli fue uno de esos futbolistas que se buscó la vida fuera del país.

"El Betis es el equipo de mi vida, todo lo que he sido se lo debo y siempre le estaré agradecido"

"Tengo grandes recuerdos, de la ciudad, del país y del fútbol. Disfruté mucho allí", relata Melli sobre su experiencia en Gante, donde jugó las competiciones europeas. "Es una ciudad muy futbolera, con una buena afición y estadios que normalmente se llenan. Luego la ciudad recibe mucho turismo y tiene una gran calidad de vida", asegura el exfutbolista sobre aquella experiencia en la que coincidió con otros españoles como César Arzo, su pareja en el centro de la defensa, Pau Cendrós o Jorge López. "Hicimos una buena piña y nos metimos en Europa. Fue una experiencia muy bonita y siempre me trataron de maravilla. Me sirvió mucho un consejo que me dieron: cuando te vas a un país nuevo, te tienes que adaptar tú al país y no el país a ti. Eso lo he ido aplicando en los diferentes lugares y me ayudó mucho a llevarlo bien", cuenta el barbateño, que avisa de qué tipo de partido le espera al Betis. "En Bélgica se juega un fútbol diferente. Suele haber muchas transiciones y muchos goles. Son equipos ofensivos y con jugadores jóvenes. Aunque el Betis no esté en su mejor momento, yo creo que sigue siendo favorito", afirma.

Melli, en su etapa en el Sheriff.
Melli, en su etapa en el Sheriff.

Ese sentimiento bético pervive en Melli, de ahí que lo vea ganando ante el Gent. Una nostalgia que le invade al barbateño, que recuerda con cariño sus días como bético. "Me hubiera gustado jugar toda la vida en el Betis, pero siempre hay un inicio y un final, las etapas se acaban. El Betis es el equipo de mi vida, todo lo que he sido se lo debo y siempre le estaré agradecido", comenta el exjugador, que ahora vive los partidos desde la distancia como un aficionado más. "Ahora disfruto de otra manera, viéndolo con mi familia y sintiéndome un bético más. Soy feliz por ser del Betis, es algo que no se puede explicar", comenta con emoción el barbateño, que también se alegra por los éxitos de amigos como Arzu. "¡Qué gran entrenador es! Ojalá algún día lo pueda ver en el banquillo del Betis", asegura con admiración sobre el actual técnico del filial bético y uno de esos canteranos con los que se sigue viendo en los encuentros anuales.

Moldavia con el Sheriff, donde se proclamó campeón de liga. "Fue otra experiencia distinta e inolvidable", dice el barbateño, que luego pasaría por Grecia -Ergotelis-, Azerbaiyán -Simurq y Neftchi- antes de regresar a España para finalizar su carrera entre el Reus y el Mirandés. Un trotamundos que siempre llevó al Betis en su corazón y que puso esa primera piedra verdiblanca en Gante, donde hoy el Betis de Pellegrini tratará de enderezar el rumbo en la Conference.