BALÓN DE ORO

Benzema es Balón de Oro y yo he cumplido un sueño

Benzema, en la gala del Balón de Oro./GETTY
Benzema, en la gala del Balón de Oro. GETTY

Algún día es mucho tiempo. Una vez le dije a mi colega Maiki, mi compañero inseparable de pupitre: "Imáginate que algún día Benzema gana el Balón de Oro". Mi colega Maiki es del Atleti y en aquellas defendía a Benzema porque yo creo que no le daba mucho miedo como rival. Yo nunca creí que Benzema pudiese ganar el Balón de Oro. En nuestro colegio no lo creía nadie. Es más: en nuestro colegio nadie quería a Benzema.

Mi dentista de toda la vida se ponía a criticar a Benzema cuando me metía aparatos en la boca y yo no le podía contestar. Mi padre y mis mejores amigos no eran de Benzema. La gente insultaba a Benzema. No les juzgo; tendrían a dieta el sentido del gusto.Como nadie le apoyaba empecé a sentir a Karim casi como mío. Estos últimos años me puse un poco celoso, de tanto compartir a una estrella mundial.

Lo primero que hice cuando me enteré de que Benzema sería Balón de Oro fue llamar a mi colega Maiki. Se me saltan un poco las lágrimas al escribirlo, porque soy un poco cursi y porque me acuerdo de lo pipas que éramos ahí sentados en última fila. Maiki no es de muchas palabras, las necesarias para saber que le guarda un cariño especial a Benzema.

Yo en realidad prefería a Villa, en aquel verano de todos los días comprando el periódico. En julio de 2009 leí en el Marca: "Ibrahimovic tendría que haber ido al Madrid, y Benzema al Barça. Así encajarían a la perfección por sus estilos". En julio de 2009 no fui ni a la presentación de Cristiano ni a la de Benzema: preferimos ir a la de Kaká. La primera vez que me fijé en Karim fue en un partido de esa pretemporada porque chutó muy bonito al poste.

Benzema nunca puso cara de velocidad. Siempre condujo el balón como si lo llevase por la sombrita. A veces marcaba goles y otras tantas fallaba ocasiones de vídeos de risa. Me rayaba bastante cuando le pitaban. Si vais a abuchear que al menos sea afinando. Karim tuvo malos momentos pero dejaba jugaditas, como si fuesen indirectas.

Luego llegó todo esto. Se marchó Cristiano y a mi mejor amigo y a mí nos dejaron nuestras novias. Quedamos para ver la despedida de Ronaldo en su casa de El Escorial, como si fuese una conjura para una nueva vida: la del nuevo Benzema. El francés se puso una venda en la mano y se la quitó al resto de los ojos.Karim incorporó el gol como obligación y ajustó su físico: fino fino, como si cada domingo por la noche saliese a buscar el amor. Descubrió un gen que ni él conocía. El de las grandes citas, el del noventaypico. El gen ganador.

Ahora cuando le veo jugar le voy echando de menos, ya queda poco tiempo para que mi jugador favorito se vaya a retirar. Cuando Benzema deje el fútbol yo creo que también me retiro. El tenis es un buen destino. Pero lo hará con el reconocimiento de un Balón de Oro. Con la ilusión de que Karim siempre será una parte más de nuestro sofá.