La resaca del derbi sevillano reabre las heridas
Las distancias entre Betis y Sevilla, personificadas en Monchi, se agrandan tras otro duelo de rivalidad. La realidad indica que no hubo ganador más allá de las lecturas de cada parte.
![Monchi saluda a los aficionados sevillistas tras el empate en el derbi./Ángel Martínez / Getty](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202211/07/media/cortadas/Monchi-RotzkHn0gjeXIRoF3NHJ6TI-1200x648@Relevo.jpg)
La resaca del derbi ha reabierto las distancias entre Betis y Sevilla. Desde aquel duelo copero del pasado 15 de enero, con el lanzamiento del palo hacia Joan Jordán y todo lo que sucedió después hasta la suspensión del partido, las relaciones entre los clubes se enfriaron, y, sobre todo, pusieron a Monchi en el centro del foco verdiblanco. Los sucesos de este domingo, desde el tifo que se exhibió en el Gol Sur hasta la tángana que se formó tras la celebración sobre el césped del director general deportivo, ahondan en esas diferencias.
Tampoco gustó en el Betis el comportamiento de Monchi en el palco y, como informó Cope, el club verdiblanco ya ha traslado al presidente del Sevilla, José Castro, y a su vicepresidente, José María del Nido Carrasco, que el de San Fernando no será invitado en el futuro. En la entidad bética la potestad para cursar un pase de palco corresponde al presidente y éste entiende que no debe dejar entrar a Monchi para evitar una mayor crispación del ambiente.
Sobre otras medidas que pueda tomar el club verdiblanco se aguardará a una inminente reunión del consejo de administración, que estaba preparada para abordar otros asuntos de la entidad, pero en la que también se valorarán los pasos a seguir en ese asunto de Monchi y su relación con el Betis.
En el conjunto heliopolitano tampoco se habían olvidado los sucesos del último derbi copero. Aunque en la previa nadie se manifestó en ese sentido, el club autorizó ese mosaico que hacía referencia a lo vivido aquella noche desde la perspectiva bética y eso tampoco sentó bien en el Sevilla. Los pitos a Joan Jordán y al propio Monchi desde que asomaron al césped refrendaron que los aficionados tenían todavía muy presentes las escenas que llevaron a la suspensión de aquel encuentro.
De hecho, el Sevilla ha emitido un comunicado anunciando que denunciará ese tifo ante el Comité Antiviolencia. "El Sevilla FC informa de que va a denunciar, ante la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, el tifo exhibido este pasado domingo en la grada de Gol Sur del Estadio Benito Villamarín en la previa del Gran Derbi ante el Real Betis, por entender que no solo incita a la violencia, sino que además hace apología de la misma, frivolizando con los graves hechos acontecidos en el anterior derbi disputado en dicho estadio en el partido copero entre ambos equipos celebrado el pasado 15 de enero. El Sevilla FC aprovecha para manifestar públicamente su malestar por la autorización y exhibición de dicho tifo", ha indicado la entidad sevillista.
![Tifo que mostró la afición bética antes de comenzar el partido. Getty](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202211/07/media/cortadas/mosaico-U10134520515wni-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
También en el Betis se planteaba el partido, al menos desde la mirada del aficionado, como una oportunidad para resarcirse de escarnios recientes vividos ante el eterno rival. La diferencia en la tabla y también en el juego en este inicio de temporada invitaban al optimismo en verdiblanco. Y así fue durante casi 50 minutos, hasta el que VAR avisó por tercera vez a Sánchez Martínez para que expulsara a Borja Iglesias y dejase al Betis con nueve jugadores sobre el terreno de juego.
Ahí empezó un derbi distinto. El Sevilla asumió el peso del partido y acabó encontrando el empate con un gran disparo de Gudelj, pese a la incapacidad futbolística que demostró durante muchos minutos en superioridad. Eso sí, la sensación entre la hinchada sevillista fue que la igualada al menos salvaba los muebles tras unos días previos que hacían presagiar lo peor. Ahí se entiende esa salida al césped de Monchi, que la suele realizar en cada partido de visitante, para dirigirse a sus aficionados, que celebraban en la grada del Benito Villamarín un nuevo derbi sin perder en Heliópolis. Al margen quedaba la situación en la tabla o las sensaciones de su equipo. En clave localista, el Sevilla alargaba su racha en la casa del eterno rival.
Para entender todo lo que sucedió después hay que conocer lo anterior. Las heridas que quedaron abiertas tras el derbi copero y también esa frustración que volvió a sentir la afición bética, al no poder ganar un partido que en el minuto 47 del primer tiempo tenía encarrilado con un gol de ventaja y un jugador más sobre el campo tras la expulsión de Montiel. Los datos así lo muestran: sólo una victoria bética en las 14 últimas visitas del Sevilla al Benito Villamarín en la Liga.
El gesto de Monchi sobre el césped se tomó como una nueva provocación más, después de que el ambiente hubiera estado ya caldeado en el palco. Si un empleado de seguridad se dirigió al director general deportivo para invitarlo a abandonar el campo, otros empleados de la entidad y del cuerpo técnico sí cruzaron palabras malsonantes con el sevillista. Incluso Sergio Canales se acercó a Monchi para recriminarle su actuación y todo eso continuó en el túnel de vestuarios, como recogió el acta de Sánchez Martínez sin poner nombre a los protagonistas de esos incidentes.