Ni me sorprende ni entiendo nada en el Barça
![Xavi durante un entreno del equipo./EFE](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202401/29/media/cortadas/xavi-RoOSAoinkYMY00qBz51AzvI-1200x648@Relevo.jpg?w=569&h=320)
El sábado, durante el partido contra el Villarreal, Xavi Hernández, harto de decisiones arbitrales que, a su criterio, volvían a perjudicar a su equipo, buscó y encontró una cámara cercana a su banquillo y gritó al mundo: "¡Qué vergüenza!".
Dos horas después, anunciaba que a final de temporada deja el cargo. Tira la toalla pero se queda de pie, en combate. Se separa de su mujer pero sigue compartiendo piso. Dice estar harto de recibir palos y, siendo lo más normal pirarse ya y buscar confort en casita, se queda hasta junio. Y argumenta al tiempo que no lo hace por él, que lo hace por el bien del equipo.
Lo siento, pero no entiendo nada.
De hecho, reconozco que por inaudito, el sábado no me creí lo que dijo Xavi, no me pude creer sus explicaciones, sus razones, porque esa decisión de avisar que se iba pero que se quedaba no hay por donde pillarla, no le veo nada bueno. Bueno, igual él se ha quedado como el que logra llegar a tiempo a miccionar. Pero yo sospeché, llámenme mal pensado, que la decisión y el desarrollo de los acontecimientos no había sido impulsada por él. Que no era un camino decidido por el mítico jugador, peor entrenador y excelente persona, que una cosa no quita la otra. Así que ese mismo sábado por la noche, en el estudio de RAC1, en el programa Tu diràs, que presenta Gerard Bellera, en la tertulia con mi amigo Ferran Correas (ídolo y ejemplo), y de la redactora de The Athletic Laia Cervelló, uno de los mayores talentos de la nueva generación de periodistas catalanas, lo dije claro: 'No me creo nada. Puse en duda abiertamente que Xavi hubiera contado la verdad'.
Pero sí, era verdad. Todo era verdad. Me equivoqué. Otra vez seguí el atajo que no lleva a ningún sitio. De lo que pasa en el FC Barcelona a estas alturas ya no me debería sorprender nada. El club es un desastre absoluto.
No hay campo porque Laporta heredó un proyecto en el que no se había puesto ni un ladrillo en siete años, la plantilla está tan mal hecha que del carro tiran niños de 16 años, no hay un euro en la caja –la situación es tremendamente preocupante, de cabeza a convertirse en SAD- casi no queda ni afición harta de que todo vaya mal o peor -ni 20.000 socios se han abonado para acudir a Montjuïc- y que en tres años lleva más de 90 empleados despedidos, en lo que huele a ERE encubierto que apesta, y ni siquiera una Liga ganada hace un año, con lo que cuesta, parece suficiente como para que el entrenador se sienta valorado. Ah, y no hay dinero para ficharle lo que él pide, pero si para traer a un brasileño de 18 años por 61 kilos de nada.
Igual es verdad y no mola entrenar al Barça. Y a eso súmale la presión de un jefe que necesita títulos como donetes durante el partido.
Será por algo que tras la derrota contra el Villarreal, al saber que estaban reunidos el presidente Laporta, el director deportivo Deco, Yuste, vicepresidente deportivo, Echevarría –alguien debería explicar qué pinta el cuñado del presidente en el club-, Xavi movió ficha y le dijo a Laporta que se iba en junio. El presi no quería que lo dejara, de hecho le iba a decir que tranqui, que estas cosas pasan –bueno, al Barça no le metían cinco en su casa desde 1963- y mucho menos que lo anunciara, pero el entrenador no dio opción, apareció ante los medios y dijo que el 30 de junio se va. Bueno, si antes sus jugadores, unos fenómenos, no la vuelven a liar, cosa que no podemos descartar.
Así que ha empezado el tormento de buscarle sustituto. Vaya cuatro mesecitos que nos esperan. Porque si en la comida de Navidad, en un off the record que se ha pasado todo Dios por el forro, avisó que el sustituto de Xavi sería Rafa Márquez, entrenador del filial, parece que ya no, que ha cambiado de idea. O sea, que ya se escuchan barbaridades tipo "yo traería a Mourinho" e incluso a Rubi. Vamos bien.
"La sensación de ser entrenador del Barcelona es cruel, desagradable, sientes que te faltan al respeto. Es un desgaste terrible a nivel de salud mental, de estado de ánimo... Hasta el punto de que dices que no tiene sentido continuar. Mis más cercanos lo saben". El razonamiento de Xavi puede incluso parecer un poco incongruente, pero sin duda es sincero. Xavi conocía el club, así que en teoría debería estar preparado para lo que le ha tocado vivir. De hecho, suya es la frase "El Barça es una máquina de triturar personas". Una máquina que ha terminado por liquidarle a él. O a su familia, a sus padres, a sus hermanos y dicen que a sus hijos en el colegio. Nada que no le haya pasado antes a otros, pero otros, como Luis Enrique, tienen piel de elefante. Xavi no.
Seguramente, si además el equipo juega mal y no gana, si te meten más de cuarenta goles, si se te lesiona un día uno y al otro, seguramente es más difícil de llevar que si ganas un triplete en Berlín o haces un doblete en Sevilla y le metes cinco al Madrid.
En un club que ha echado Messi, a Koeman, y a Valverde siendo líder debí creer a Xavi cuando dijo que se iba pero se queda "por el bien del club". Aunque sigo sin entenderlo. Y me parece una barbaridad. No veo el beneficio, salvo que Xavi se ha quedado descansado. Y si es bueno para él, es bueno para mí.
Lo cierto es que del Barça ya no debería sorprenderme nada. Aunque no entienda nada.