Vinicius iguala al Valencia en el escándalo de Mestalla

Hay partidos que no se pueden escribir porque ya se escribieron solos. A este Valencia CF - Real Madrid no le faltó ni un extra, ni un accidente, ni una locura. Lo hubo todo. Gil Manzano anuló la victoria de los blancos por un pitido inexplicable/inédito/increíble en la última jugada del choque, en la que Bellingham remontaba a unos locales notables subido a los hombros de Vinicius.

Una expulsión, también a Bellingham, Diakhaby con una lesión gravísima de rodilla, un penalti invalidado al Valencia en el descuento, el doblete de Vinicius, su celebración encarándose con la grada, varios amagos de tangana, un final con Ancelotti corriendo por mitad del campo. A Netflix no le hizo falta entrar al campo porque lo vieron todos.

Vinicius, un extraterrestre tirando carreras con balón de cincuenta metros, tan humano en los lances del juego. Cuando se enfada y protesta, y celebra desafiando al público. Vinicius, por unas cosas o por otras, acerca siempre al aficionado al fútbol. Por eso Netflix quería entrar a grabar el partido.

Vinicius, como se esperaba, lo vivió todo en Mestalla. Erró en el primer tanto del Valencia, se encaró con su marcador, regateó y firmó un doblete para igualar un encuentro para el recuerdo. El cuadro che ya es su víctima favorita, con ocho goles en su casillero. El brasileño fue el principal protagonista de una noche de película.

El conjunto local arrancó el partido con sus mejores intenciones. Primero, un emotivo homenaje a las víctimas de la catástrofe del Campanar. Después, un inicio enérgico contra el Real Madrid. Como se debe salir en estas citas. Con los laterales que pinchen en cada roce con los extremos merengues, una defensa concentrada y un centro del campo dispuesto.

Así, el Valencia preparó los errores del equipo de Ancelotti. Vinicius se equivocó de área y en el minuto 27 le regaló el centro a Foulquier por pasarse de voluntarioso. Y de torpón. Hugo Duro remató como lo hacen los delanteros. Más tarde, sólo 180 segundos después, la pifia de Carvajal y la aparición de Yaremchuk, que no perdonó ante su compatriota Lunin.

Fue uno de esos días en el Real Madrid. Como si no fuera tan importante lo que se jugaban. Como si LaLiga ya no fuese con ellos. Ni Kroos, ni Valverde, ni Carvajal. Entre ellos campó a sus anchas el Valencia. El equipo de Ancelotti se dedicó a tocar el balón sin ton ni son, mientras perdían el tiempo.

Tampoco apareció Bellingham, que estrenaba su vuelta, ni Rodrygo. El brasileño estira su letargo. Si sus compañeros salieron de otro tono en el segundo tiempo, Rodrygo siguió como en la primera mitad. Y ya encadena demasiadas semanas. Una más, con tan sólo un tanto en los últimos diez partidos de Liga.

Si la primera mitad enterró al Real Madrid, Tchoaumeni hizo renacer a los blancos en la segunda. Firmó un choque soberbio, capaz de sostener a los suyos ante las embestidas finales del Valencia, y arrancó desde atrás los ataques del equipo de Carlo Ancelotti.

Al francés también le tocó vivir la peor cara del fútbol. De un lance con Diakhaby, en el que cayó sobre la rodilla de su compatriota, la lesión del central che. Con indicios de ser sumamente grave.

Tras el final del choque, Tchouameni también habló. Y escribió un tuit comentando la decisión de Gil Manzano. Una vergüenza más para el fútbol español.

Valencia: Mamardashvili; Foulquier, Mosquera, Diakhaby (Cenk, m.89), Gayà; Fran Pérez (Peter, m.73), Pepelu, Javi Guerra (Amallah, m.73), Canós (Guillamón, m.57); Hugo Duro y Yaremchuk (Diego López, m.57)

Real Madrid: Lunin; Carvajal, Tchouameni, Rudiger, Mendy (Fran García, m.72); Valverde (nacho, m.86), Kroos (Modric, m.63), Camavinga (Joselu, m.72), Bellingham; Rodrygo (Brahim, m.63) y Vínicius

Goles: 1-0, m.27: Hugo Duro. 2-0, m.30: Yaremchuk. 2-1, m.50+: Vinícius. 2-2, m.76: Vinícius

Árbitro: Gil Manzano (Comité extremeño). Amonestó a Yaremchuk por parte de los locales y a Vinícius, Valverde y Joselu por parte de los visitantes. Sacó tarjeta roja a Bellingham por sus protestas tras concluir el encuentro.