Vinicius y Rodrygo, obligados a adaptarse ante la falta de un '9' para hacer olvidar a Benzema
La pareja brasileña trabaja para adaptarse al nuevo sistema de Ancelotti. Sobre sus pies recae la responsabilidad ofensiva a la espera de la posible llegada de Mbappé.

El Real Madrid del futuro no se entiende sin Vinicius y Rodrygo. A la espera de confirmar si Mbappé llegará o no este verano, sobre la pareja de ataque brasileña recae la mayor parte de la responsabilidad del equipo esta temporada. La etiqueta de jóvenes promesas queda atrás y este año adoptan la de líderes ofensivos en una plantilla con un solo delantero centro, Joselu. El club confía en que ambos consigan hacer olvidar a Benzema y Ancelotti, que pidió un crack para sustituir al francés, les ha dado las llaves del ataque con el nuevo esquema.
Ambos actúan en la zona ofensiva, en paralelo y delante del hombre más adelantado del rombo, que normalmente va a ser Jude Bellingham. Para que rindan mejor, se les ha liberado de parte del trabajo defensivo cuando el equipo se repliega, pero tienen una importante labor en la presión. En salida, emparejándose con los centrales rivales para que no jueguen cómodos y tapando posiciones interiores. Tras la pérdida, tratando de robar rápido cuando el Madrid entrega el balón en zonas ofensivas. Ancelotti les ha pedido atención máxima y mucha rapidez en ambas acciones del juego. A ellos y a los hombres que ocupen esas posiciones.
En ataque, se están acomodando a actuar sin delantero centro. Combinaban muy bien con Benzema, que entendía bien sus movimientos. Jude, por su parte, abarca más campo y no siempre está para ayudarles en la creación de jugadas. Por otro lado, se les ha abierto un campo muy amplio en la zona en la que debería actuar el delantero centro. Carlo quiere que se acerquen a la banda buscando acciones de uno contra uno o dos contra uno para abrir a la defensa rival, pero que también sorprendan con carreras interiores, mayormente sin balón, para atacar la espalda de los centrales. Del criterio de cada uno para mezclar ambas situaciones saldrá el triunfo del Madrid.
Vinicius se encuentra cómodo con el nuevo rol que le ha dado Carletto. Asume la responsabilidad que se le atribuye como máximo goleador de la temporada pasada detrás de Karim. Este año parte como la estrella del equipo y es consciente de ello, pero no le pesa. En lo que a la posición se refiere, tiene ganas de ensayar nuevos movimientos que le permitan ampliar su abanico de recursos. Una vez el extremo lo tiene dominado, ensaya con desmarques de delantero centro que le permitan seguir engordando sus cifras goleadoras (el año pasado marcó 23). El gol contra el Milan en el Rose Bowl se gestó, precisamente, atacando la posición del punta. También las definiciones, como viene haciendo desde que llegó al Madrid. Una rutina que no abandona.
Rodrygo, más acostumbrado a jugar de delantero, también disfruta del nuevo esquema. Es una solución para Ancelotti, que sabe que a su pupilo no le gusta ocupar la punta del ataque. Con su nueva posición arranca tirado al lado derecho con libertad para abrirse o cerrarse cuando sea necesario. Un dos en uno para el técnico, que siempre le ha visto cualidades de punta. Tanto él como el club esperan que este año supere la barrera de los 20 goles, después de que en la 2022-23 se quedase en 19. Este año, además, tirará los penaltis junto a Modric. Eso sí, el ex del Santos sigue sin ocupar la posición que más le gusta, la del 10, que ahora tiene dueño con Bellingham.
A la espera de un último ensayo el viernes, se espera que repitan en el once contra el Barcelona. Un amistoso muy caliente en el que hay en juego el respeto y la gloria de llevarse un Clásico. Vinicius y Rodrygo, en buena forma después de una semana de entrenamientos y con ganas de batalla, liderarán a un Real Madrid cuyo futuro recae ahora mismo sobre sus pies.