No volveré a poner a Camavinga de lateral zurdo; no volveré a poner a Camavinga de lateral zurdo...

Decía Ancelotti que no vio llorar a ningún aficionado del Real Madrid por cómo jugó su equipo en el Etihad contra el Manchester City. Se refería al ejercicio de intensidad defensiva que tuvieron que realizar sus jugadores para no salir altamente perjudicados por los grados de intensidad ofensiva que mantuvieron los de Pep. Bajo ese mismo razonamiento, seguro que podría dar la misma explicación sobre el resultado final del Clásico y la posición de Camavinga, a pesar del sufrimiento elevado que padeció el francés para ocupar el lateral izquierdo con cierta dignidad.
Con un Mendy en estado de gracia prolongado, llevaba tiempo el técnico italiano sin apostar por el '12' como lateral izquierdo. Posición en la que el futbolista prefiere no jugar, como ya ha dicho abiertamente, pero en la que terminará actuando tantas veces como se lo pida su entrenador porque el joven Eduard no parece de esos que pueda crear problemas a su entrenador. Mientras la temporada pasada entre partidos completos y ratos, Camavinga había ejercido de lateral en 17 partidos, incluido aquel del Etihad contra el City (4-0), en lo que iba del presente curso solo se había posicionado en la banda zurda en cinco encuentros y solo en uno completó los 90 minutos, contra el Girona en la Liga en la octava jornada octava (0-3). En los otros cuatro que defendió esa zona o bien no salió desde el principio o bien cambió de puesto sobre la marcha.
¿Por qué Carlo apostó por Camavinga en el Clásico del domingo? Por tres razones. La principal, porque su compatriota Mendy andaba con stress físico tras una larga continuidad de titular; la segunda, porque no se fía defensivamente de Fran García y más cuando supuestamente tenía que marcar a Lamine Yamal... y una tercera que se basa en la inmensa confianza que el técnico tiene en este jugador y que también podía tener un punto de cábala o superstición: Camavinga había cambiado el rumbo del partido contra el Barça en Montjuic en la primera vuelta.

Entró por Mendy, lesionado, en el minuto 52, se colocó de lateral izquierdo y a partir de ese momento el Madrid se hizo el dueño de la situación. No por casualidad. El francés se hizo con los mandos de la zona de creación... desde la zona del lateral zurdo. Ni un solo pase fallado, 27 aciertos de 27 acciones, cuatro recuperaciones y seis duelos ganados en una actuación completísima. Entrando por el carril del '10', por el interior, no por fuera y fue ilocalizable para la defensa azulgrana. Para cuando Xavi reaccionó, dando entrada a Lamine Yamal por Cancelo, fue ya tarde. Camavinga ya estaba lanzado por la autopista que se había creado él mismo.
Todo lo contrario ocurrió el domingo en el Bernabéu. El ilocalizable y eso que estaba bien localizado en la banda derecha, de la que no se movió hasta el final del partido, fue Lamine Yamal. Camavinga nunca pudo con él. En las cincos primeras ocasiones que el azulgrana le encaró, se fue con suma facilidad. ¡Cinco! Para cuando el francés quiso quitarle un balón Lunin ya soñaba con el extremo barcelonista. El problema del francés pasaba por no posicionarse correctamente. Se perfilaba de lado, intentando tapar la salida del extremo hacia dentro, pero dejó muy abierta la salida hacia fuera. Amén de que el propio Yamal sea impredecible con el balón en los pies.
Lo mismo que Tchouameni, aunque no lo sea y tampoco le guste, tiene de central hasta los andares, Camavinga se siente oprimido pegado a la banda. De hecho, en su gran partido de Montujuic, lució por dentro, no por fuera y para cuando tuvo directamente enfrente a Yamal, su equipo ya se había hecho dueño del juego y el campo estaba boca abajo en dirección a la puerta de Stegen.
Si de algo puede presumir Ancelotti es de saber rectificar y no repetir habitualmente con maniobras estratégicas que le salen mal. Por eso, cabe pensar que ya habrá escrito en su pizarra una decena de veces: no volveré a poner a Camavinga de lateral izquierdo; no volveré a poner a Camavinga de lateral izquierdo; no volveré a poner a Camavinga de lateral izquierdo... salvo caso extrema necesidad. O lo que es lo mismo, que no estén disponibles ni Mendy, ni Fran García, ni Nacho... Además, al francés el equipo lo necesita en el centro del campo donde crece y crece como un 'todocampista' moderno, que sube y baja, recupera y juega y abarca una zona de campo ilimitada.
Y por si, en espera de Davies, tiene que llegar otro día en el que Camavinga tiene que volver a jugar de lateral zurdo, no le vendría mal que Lucas Vázquez le diera unas clases de cómo adaptarse a una posición que no es la propia. El gallego todavía tendrá en la memoria lo que sufrió defensivamente cuando comenzó a jugar de '2', y eso que él venía de jugar unos metros por delante, de extremo. Que no es el caso de Camavinga... que es un volante central o un clásico interior.