MASTERS DE AUGUSTA

Jon Rahm paga en Augusta el precio de su marcha al LIV Golf: "Con alguno que tenía una relación más cordial no me mira a la cara"

El golfista de Barrika, que todavía no ha ganado desde su marcha al circuito saudí, termina el Masters a 20 golpes del líder y acusando a sus excompañeros de no mirarle a la cara.

Jon Rahm, pensativo durante la última jornada del Masters./Efe
Jon Rahm, pensativo durante la última jornada del Masters. Efe
Guillermo García

Guillermo García

No ha sido el mejor fin de semana para Jon Rahm. El golfista de Barrika aterrizaba en el Augusta National para defender su chaqueta verde como último ganador del torneo más prestigioso del mundo del golf y ha salido del jardín de Georgia a 20 golpes del líder y con un +9 tras firmar 297 golpes, su peor tanteo en el torneo de la chaqueta verde en sus ocho participaciones.

Rahm, que terminó su participación en el Masters lejos de la cabeza y empatado con jugadores como José María Olazabal o Brooks Koepka, sigue a cero desde que firmó por el LIV Golf por 550 millones de euros hace cuatro meses. De hecho, el golfista español lleva justo un año sin levantar un título individual. Desde que se enfundara la chaqueta verde en Augusta en 2023, el de Barrika ha ganado la Ryder y ha sido campeón por equipos en dos de las paradas del LIV. Pero a nivel individual, nada.

Su fichaje por el circuito saudí de momento no ha traído consigo triunfos y tampoco una buena imagen en Augusta. Sea porque ha llegado al primer Grande de la temporada con tres torneos menos de rodaje que en temporadas anteriores o que el nivel de competitividad no sea el mismo que en la PGA, lo cierto es que el español no ha desarrollado su mejor juego sobre el césped de uno de los campos más míticos del mundo.

"¿No he ganado en un año? Es verdad, pero he estado peleando por ello en todos los torneos del LIV. A mí no me preocupa eso"

Jon Rahm

 

"¿No he ganado en un año? Es verdad, pero he estado peleando por ello en todos los torneos del LIV. A mí no me preocupa eso. En el golf pierdes o ganas por detalles. Tampoco soy Tiger. Ese momento al que mucha gente se refiere fueron tres meses el año pasado", afirmaba el golfista tras cerrar su participación en un Masters en los que las sensaciones con los palos no han sido las mejores. Especialmente con el putt.

Sin embargo, lo peor no ha estado en el campo, sino que ha ocurrido de puertas para adentro, con el ambiente que le ha tocado vivir con los que hasta hace sólo cuatro meses eran sus compañeros. Una relación que ha pasado de cordial a tirante en muchos casos. "Sabía que iba a pasar, me lo esperaba", aseguraba el jugador vasco después de entregar la chaqueta verde a Scheffler como ganador del Masters.

Jon Rahm pone la chaqueta verde a Scottie Scheffler. AFP
Jon Rahm pone la chaqueta verde a Scottie Scheffler. AFP

"En algunos sí me lo esperaba. Con alguno que tenía una relación más cordial no me mira a la cara. Y luego de otros pensaba que iban a estar más secos y alguno me dio un abrazo. Sabía que iba a pasar, faltaba saber quién... Mis amigos siguen siendo mis amigos y los que no, pues ya se sabe. Y el que cambie la opinión sobre mí...", completaba Rahm.

"Con alguno que tenía una relación más cordial no me mira a la cara. Y luego de otros pensaba que iban a estar más secos y alguno me dio un abrazo"

El ambiente enrarecido que Rahm vivió en la casa club no tuvo reflejo con los aficionados, que no parecen tener en cuenta su cambio de 'equipo'. "Es difícil hablar de esto cuando he jugado tan mal, pero ha estado bien haber tenido ciertas recepciones entrando en algunos tees, sin importar mi tarjeta. Pero cuando no tienes tu mejor semana, como yo esta vez, es difícil tener que quedarse ahora a ponerle a alguien la chaqueta verde sin siquiera haber tenido opciones reales de revalidarla".

Una oportunidad que seguro volverá a tener la próxima temporada. Para ello tendrá que recuperar sus mejores sensaciones con el putt y volver a coger la ola ganadora. Es cierto que ha terminado en el top 5 en todos los torneos del LIV que ha disputado, lo que da muestras de su regularidad, pero también lo es que todavía no ha ganado ninguno.