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Scheffler, número 1 del golf, construye su juego en el gimnasio

El estadounidense ha forjado un ascenso meteórico en el ranking gracias su trabajo físico en los últimos tres años.

Scheffler, en el gimnasio. /Golf Forever
Scheffler, en el gimnasio. Golf Forever
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Ser el número 1 del mundo en cualquier deporte requiere de varios factores que se tienen que alinear al mismo tiempo. Por un lado, el talento para practicarlo, por otro, la mentalidad para estar concentrado en los momentos más delicados, y por último el trabajo fuera de la pista, estadio o campo donde se dispute. Y en esto último es en lo que más ha incidido Scottie Scheffler en los últimos tres años, lo que le ha valido para ser el número 1 del mundo en repetidas ocasiones al igual que le ocurrió a Jon Rahm.

El estadounidense se alzó de nuevo al primer puesto del ranking el pasado domingo tras vencer el prestigioso The Players, aprovechándose también del abandono por enfermedad de un Jon Rahm que poco podía haber hecho para defender su posición viendo el excelso nivel de su principal oponente en este comienzo de año. Ahora, el golfista de Nueva Jersey ha compartido cómo ha sido su preparación física desde finales de 2019.

Fue ahí cuando se puso en manos de Troy Van Biezen, que rápidamente se percató de los principales problemas que tenía su pupilo en los torneos. "Cuando llegó por primera vez al PGA Tour nadie sabía quién era Scottie Scheffler. Una de las cosas que noté fue que no podía cerrar bien los torneos, así que una de las cosas más importantes fue trabajar en su resistencia", apunta el preparador en Golf.com.

El ascenso desde entonces no ha podido ser más meteórico. De ser el número 392 del mundo hace menos de cuatro años a liderar el ranking con numerosas victorias de prestigio en el PGA Tour, incluidas la del citado The Players, la conseguida hace once meses en el Masters de Augusta o la lograda junto a sus compatriotas en la última Ryder Cup. Pero esta progresión no ha sido solo gracias a su innegable talento, sino que ha necesitado de mucho trabajo en el gimnasio.

"Hacemos muchos movimientos de fuerza y de velocidad. Al final de los entrenamientos, puede alternar series de 30 segundos a máximo nivel con otras de 30 segundos de pausa, estar 30 segundos a tope con un balón medicinal y luego parar, hacer ejercicios fuerza… Algo agotador a nivel cardiovascular, pero queríamos desafiar a su sistema nervioso", explica Van Biezen.

El propio Scheffler habla abiertamente de cómo trabaja y lo importante que ha sido para él llevar su cuerpo al límite. "Si observas el golf actual y lo comparas con el de hace diez años, no podrías competir al más alto nivel si no estás en forma", analiza el número 1 del mundo. "Muchos jugadores a los que les va muy bien a principios de año pueden caer a final de temporada, y creo que se debe a un problema físico. No solo hay que tener en cuenta el esfuerzo en el campo, sino que influyen otros factores como los viajes, los cambios de hora, el descanso o las cuestiones logísticas que están detrás de los focos", apostilla.