Las tres bolas que cambiaron la vida de Duque Hebbert y le han valido un hueco en las Grandes Ligas
El pitcher nunca ha jugado de forma profesional y eliminó a tres jugadores de la MLB. Justo después del partido los Detroit Tigers le llamaron para preguntar por su situación.

¿Te imaginas que un día tienes la oportunidad de enfrentarte a Haaland, Messi y Mbappé y les paras tres penaltis? Pues algo así es lo que le ha sucedido a un desconocido Duque Hebbert en el Clásico del béisbol mundial que enfrentaba a las selecciones de República Dominicana, donde el deporte del bate es religión, y a Nicaragua, que llegaba al partido sin haber sumado una sola victoria en el Campeonato del Mundo.
Hasta el pasado 14 de marzo, Hebbert no era más que un joven de 21 años que seguía soñando con llegar a hacerse un nombre desde el montículo. Allí se había pasado horas y horas en su niñez lanzando hasta dislocarse el hombro… y hasta conseguir un puesto en el combinado nacional del país centroamericano. Un sueño del que ya podía presumir tras haber debutado con el equipo nacional.
Hebbert llegó a las puertas de la selección con un cañón en su brazo derecho, pero sin haber debutado como jugador profesional. Sólo estar en el equipo ya era un logro a sus 21 años de edad. Pero lo mejor todavía estaba por llegar. Y lo hizo en el escenario soñado… pero también en el más inesperado.
La selección de República Dominicana, una de las mejores del mundo, no parecía el rival idóneo para salir del ostracismo. O sí. Qué mejor que enfrentarse a estrellas de las Grandes Ligas como Manny Machado, Cristian Javier y Wander Franco para darte a conocer al mundo. Pero nada hacía pensar en lo que iba a venir después.
El seleccionador nicaragüense daba la orden y Joaquín Acuña, pitcher titular del combinado centroamericano, se iba hacia el banquillo en la novena entrada para dar entrada a Hebbert. Una, dos y tres. Eliminado. Una, dos y tres. Eliminado. Una, dos y tres. Eliminado. Las tres figuras de la MLB se marchaban a la caseta tras no haber conectado un sólo hit ante un rival que en pocos minutos pasó del anonimato al estrellato.
"Eran los mejores bateadores de Grandes Ligas pero pensé que ellos son hombres y yo también"
"Estaba preparado mentalmente porque ya me habían dicho que iba a salir en la novena entrada", afirmaba el lanzador nicaragüense tras un choque en el que se llevó la atención de los focos pero no la victoria. Aunque eso daba igual. "Eran los mejores bateadores de Grandes Ligas pero pensé que ellos son hombres y yo también, voy a lanzar y que pase lo que tenga que pasar".
"Todavía no he firmado con los Tigers, pero seguimos las conversaciones"
Sin embargo, a la historia de Hebbert todavía le quedaban unas líneas para terminar con final feliz. Y esas llegaron en el túnel de vestuarios, cuando un ojeador de los Detroit Tigers, equipo de las Grandes Ligas, se acercó a Hebbert para preguntar por su situación. "No pude dormir la noche siguiente. Todavía no he firmado, pero cuando regrese a Nicaragua seguiremos las conversaciones", concluía Hebbert para resumir un cuento de hadas que está lejos de terminar.