NATACIÓN ARTÍSTICA

El sueño olímpico del chico que se aferró a la natación artística como refugio

Dennis González se sincera acerca de sus inicios, inseguridades y próximos objetivos tras ser el primer campeón del mundo de esta disciplina.

Dennis con su oro mundial en Fukuoka 2023. /REUTERS
Dennis con su oro mundial en Fukuoka 2023. REUTERS
Elia Montoya
José M. Amorós
Salvador Fenoll

Elia Montoya, José M. Amorós y Salvador Fenoll

Cuando consigues uno de esos sueños que parecían tan imposibles, la gran emoción y satisfacción va disminuyendo con el tiempo y te planteas la famosa pregunta: ¿Y ahora qué? Esto es justo lo que está viviendo Dennis González (Rubí, 2004) que, tras proclamarse como el primer campeón del mundo absoluto de la historia de la natación artística solo tiene un objetivo en mente: seguir trabajando para llegar a ser olímpico algún día.

Con esa ilusión y sueño a largo plazo continúa entrenando con la selección española con la mirada puesta en el mundial de febrero de Doha. Los pies bien en el suelo, o mejor dicho en el agua, y teniendo muy claro de dónde ha venido para agradecer a todas esas personas que le acompañaron y apoyaron en sus peores momentos. También cuando decidió empezar un deporte en el que los chicos no eran muy buen recibidos. Bullying, críticas constantes y comentarios en redes sociales que no acaban... Dennis sabe que ha llegado a alzarse con el oro mundial por su duro trabajo y sacrificio.

En una entrevista a Relevo, el nadador nos cuenta los obstáculos que ha tenido que superar a lo largo de toda su carrera, la experiencia del último Mundial y sus futuras expectativas.

¿Cómo comenzaste en este deporte?

Mi madre era entrenadora de natación artística y yo empecé a meterme en los entrenos con ella. Luego hubo un día que vi un Informe Robinson de Pau Ribes que decía que si te gusta este deporte, ¿por qué no puedes practicarlo?, como animándonos a hacerlo y vi que era un deporte que me gustaba. Al final dije a mi madre que por qué no podía hacerlo si yo quería. Entonces me metió con ella primero, empecé a hacer un dúo mixto con ella y fue súper guay. A partir de ahí seguí con Anna Tarrés, que fue la que me vio, me cogió para su club y ya me metí más profesionalmente.

¿Y cómo fueron esos primeros días?

Al principio con mi madre súper bien, porque al final conocía a esas niñas de siempre aunque no estuviese haciendo 'sincro'. Pero cuando me pasé al club, que no conocía a nadie... Era nuevo para las chicas tener un chico allí y fue complicado el hecho de llevarnos con ellas porque éramos muy diferentes. Además, en la edad en la que nos encontrábamos, ellas ya habían madurado un poco y yo era todavía un niño que quería estar jugando. A veces se apartaban y al principio me sentía solo. Al cabo de un año y con el apoyo de mis entrenadoras, ya me empecé a llevar mucho con ellas y comenzaron a tener en cuenta que los chicos pueden estar en este deporte.

"Justo cuando empecé en la 'sincro', hice como un cambio de chip, de decir que lo que me digan me da igual porque disfrutaba tanto que sabían que no iban a conseguir nada con esto"

Dennis González

¿Y esos gestos y comentarios de las niñas, también los notabas de otros deportistas en la piscina?

Bueno, la verdad es que no he tenido tantos problemas con otros, era más en el colegio donde me decían esas cosas. Justo cuando empecé en la 'sincro', hice como un cambio de chip, de decir que lo que me digan me da igual porque disfrutaba tanto haciendo este deporte que sabían que no iban a conseguir nada con esto. Al final las chicas fueron mi apoyo para todos esos momentos, sobre todo cuando empecé en la Residencia Joaquín Blume en la que fue complicado porque había otros deportes.

En la Blume, tú eras el primer nadador de artística que había. ¿Notabas un trato raro de los demás?

La verdad es que fue como diferente para la gente, aunque ya estábamos en un punto en el que ya teníamos más interiorizado el hecho de que hubiesen chicos en natación artística. Les llamaba la atención, me preguntaban sorprendidos si hacía ese deporte. Lo único complicado de la Blume fue el hecho de adaptarme con todo, porque había muchas normas. En el vestuario me cambiaba solo y echaba de menos esa clase de cosas que comparten las chicas allí que tú compartes con nadie. Son cosas que te gustaría tener, pero yo creo que al cabo de los años hemos ido buscando la manera de hacerlo mejor y me han ayudado mucho a estar a cómodo con ellas.

Tú no has tenido muchos referentes en este deporte y no podías mirarte en ellos para ver cómo lo hacían y cómo era el mundo de la natación artística. ¿Quién crees que fue la persona que te animó a seguir?

Sobre todo, Pau Ribes. Fue la primera persona que me animó a empezarlo. De hecho, en mi primera exhibición en el club, él vino y se tiró conmigo al agua. Para mí eso fue lo más, y me animó muchísimo. La verdad que yo me quedé un poco así embobado de decir, es Pau Ribes, está aquí en persona. Me dijo que lo hacía muy bien para lo poco que llevaba, que me veía las cualidades, que luchara por seguir adelante porque se nota que es un deporte que disfruto. Me ha estado ayudando y sigo en contacto con él para muchas cosas, porque fue él el primero en abrir puertas, y yo espero seguir ese camino.

¿Tú te imaginabas en esa primera exhibición que años después serías el primer campeón del mundo de solo libre? 

No me lo esperaba para nada, pero tampoco entrar en el club. Luego fui a la Blume y me di cuenta que tenía posibilidades. Ya cuando participé en el Mundial este verano, fue cumplir un sueño. Uno de mis sueños, nada más empezar, era hacer un Mundial y unos Juegos Olímpicos. El Mundial ya lo he conseguido, y además quedar campeón del mundo fue empezar por todo lo alto.

¿Cómo viviste ese momento de ser campeón del mundo ?

Bueno, primero lo consiguió Fernando (Díaz del Río), el que compitió y el que logró esa medalla de oro en solo técnico. Al final, quieras o no, ir detrás de él había como la presión de que yo también tengo que luchar para ello. En la semifinal no me fue muy bien, quedé cuarto, o sea, estaba fuera del pódium. Tuve que cambiar casi toda la rutina para la final, pero me salió bien y conseguí ese oro. Fue algo emocionante, me sentí pleno.

"Cuando me lo dijeron que tenía que cambiar la rutina quería llorar porque tenía mucho miedo, pero dije que si quería quedar campeón del mundo no había otra"

Dennis González

Ahora con las nuevas reglas, después de la clasificación tienes oportunidad de modificar la rutina de cara a la final. ¿Cómo es cambiar todo en el último momento?

La verdad que fue bastante horrible el primer momento en el que mi entrenadora (Anna Vega) me lo dijo. Tú estás meses entrenando, bueno, realmente todo el año para prepararte y justamente el día de antes tienes que cambiar cuando ya lo tienes todo interiorizado... Pensaba que me iba costar mucho, que me pondría nervioso o que me quedaría en blanco. Cuando me lo dijeron quería llorar porque tenía mucho miedo, pero dije que si quería quedar campeón del mundo no había otra. Estuve con mi entrenadora en la habitación montándolo todo cuando acabé la semifinal y me tiré al agua a entrenarlo todo otra vez. En la final ya fue justamente cumplir ese sueño después de toda la presión.

¿Qué es lo primero que se te vino por la cabeza justo al terminar la final? 

Primero un montón de orgullo y se me vino a la cabeza todo lo que llevaba entrenando, por todo lo que estaba pasando. Sobre todo los momentos malos que dices, es que no lo voy a conseguir, no voy a llegar y luego ver que has llegado. Sentí mucho orgullo también de mí mismo, de mi madre que me ha acompañado siempre, de las entrenadoras...

En ese momento seguro que se te vino a la cabeza tu yo de pequeño que empezó en la natación artística, ¿qué le dirías ahora a ese Dennis después de haber visto todo lo que has conseguido? 

Como me conozco yo, que veía que era un vago, que me dejaba el bañador aposta para no entrenar, le diría que siguiese para adelante y que tiene más cualidades de las que se cree. Yo me infravaloraba mucho y me he dado cuenta que tienes que al luchar por conseguirlo, y si luego no se logra no pasa nada, porque habrá otras oportunidades.

Ahora tú también vas a ser uno de los referentes para esos niños que están empezando en la natación artística. ¿Qué le dirías a esos niños que a lo mejor tienen esas mismas inseguridades y se infravaloran igual que tú hacías? 

Pues sobre todo les diría que tienen que tener en cuenta que es un deporte duro, pero que merece mucho la pena. Que al menos tienen que vivir el momento de competir por lo menos una vez y entonces se darán cuenta de que realmente es súper guay. Si les gusta bailar y el agua, no se deben echar para atrás por pequeñas entrenos malos. Yo creo que muchos niños se echan para atrás por esa exigencia, pero al final es lo que toca y merece la pena.

¿La natación artística es tu pasión, pero también ha sido tu refugio?

Sí, para todo. Estoy enfadado, me tiro a la piscina y me meto debajo del agua a gritar. O me pongo nadar súper fuerte y me relajo. Si estoy triste, hago 'sincro' porque tiene esa parte elegante que te sueltas, te sientes y te desfogas. Es que es todo, para mí ha sido mi refugio totalmente, pero para todo.

¿Y ahora qué? Porque ya has conseguido tus objetivos a corto plazo de ser campeón del mundo. Después de París tienes la oportunidad de ir a los Juegos, ¿Cómo lo planteas? 

Tenemos en febrero otro mundial, que al final el objetivo es seguir estando ahí arriba en el solo y en los dúos intentar conseguir la máxima puntuación. De tema Olimpiadas, participar en ellas es mi sueño de toda la vida. Espero que en 2028 por fin el Comité Olímpico Internacional apruebe el dúo mixto y poder participar tanto en el dúo como en el equipo, que es mi sueño básicamente.

¿Te han comentado ya que puedes entrar en dinámica para los Juegos?

Me lo comunicaron hace un año y hay chicas que llevan preparándose hace cuatro años desde los últimos JJOO. me dieron al oportunidad, pero tampoco quería estar allí porque podría dedicarle más tiempo al dúo mixto, que es a lo que ahora mismo estoy enfocado, que estar allí intentando estar en la rutina de equipo para luego no poder llegar. Entonces, después de París 2024 sí que quiero estar dentro del equipo, porque es mi sueño y tener el mismo tiempo que las chicas para prepararme.

Ahí sí que vas a dar el salto a la fama. ¿Estás preparado para ese día en el que digan: "Dennis es el primer chico que representa a España en natación artística en unos Juegos Olímpicos"?

Obviamente sí que soy consciente cuando pasa el tiempo, no al momento, y no me lo creo hasta que pasa. Me lo planteo un poco, pero tampoco me preocupo mucho. Solo espero que ojalá llegue ese momento.