MUNDIAL SUB-19 FEMENINO

Iyana Martín, el talento precoz e inagotable de una España que quiere conquistar el Everest

La base, dos años más pequeña de la categoría en que juega, ha disputado 14 partidos en apenas 23 días.

Iyana Martín celebra el triunfo ante Canadá./FEB
Iyana Martín celebra el triunfo ante Canadá. FEB
Guillermo García

Guillermo García

Los 17 años de Iyana Martín no pesan en las piernas. No deberían por edad. Pero tampoco lo hacen por la responsabilidad de llevar el timón de la selección española U19, una categoría para chicas dos años mayores que ella. Una diferencia que sólo aparece en el DNI. En la pista ella es la mayor, la madura que sabe cuándo ejecutar un sistema, cuando elevar el ritmo de una transición o cuando pausar el juego para que España duerma un partido.

A sus 17 años la base asturiana demuestra que tiene gasolina en el tanque para rato. El cansancio de haber sumado dos torneos consecutivos no es excusa para no dar el máximo en la cancha. Martín apenas ha tenido descanso en este sofocante mes de julio. No lo necesitó para colgarse el bronce en el Europeo sub-18 después de siete partidos de máxima intensidad y tampoco lo ha necesitado en los seis que ha disputado hasta ahora para colarse en la final de una categoría, repetimos, a la que tendría que haber llegado dentro de dos años.

En total han sido 13 partidos en los últimos 22 días, que serán 14 en 23 cuando el árbitro eche el balón al aire en la final del Mundial frente a Estados Unidos. Apenas dos días de descanso durante los campeonatos y seis de asueto entre un torneo y otro. Un calendario asfixiante para cualquiera menos para la joven jugadora del Segle XXI, que esta temporada ha completado su segunda temporada en la categoría de plata del baloncesto femenino en España.

Ese cansancio acumulado no ha hecho mella en la efectividad de Iyana en la cancha. Especialmente en los momentos de la verdad, como ha demostrado en los tres últimos partidos con la sub-19. Octavos, cuartos y semifinales de un Mundial, para no perder la perspectiva. En esos tres encuentros, Martín ha disputado 73:03 minutos. En total, un 61% del tiempo total de juego en los tres partidos a vida o muerte en los que España ha sabido sobrevivir.

En ese tiempo de juego, el que termina distinguiendo a las estrellas, a la mayoría de las jugadoras les tiembla el pulso con Iyana sucede todo lo contrario: se crece. Y ahí están los datos para demostrarlo. En los tres partidos decisivos del campeonato, Martín no ha perdido una sola vez el balón.Ha sido capaz de proteger la bola para hacer jugar a su equipo con 12 asistencias y más de un 60% de acierto en tiros de campo. Algo que volvió a demostrar en el último minuto del agónico triunfo ante Canadá cuando acudió 10 veces a la línea de tiros libres y anotó siete para abrochar el triunfo español.

"Es la final soñada. Vamos a luchar e ir a por el oro como en cualquier otro partido, nos tenemos que dejar la piel"

Iyana Martín

"En estos 40 minutos de picar piedra yo creo que se ve reflejado todo el trabajo que hay durante la concentración. Cada día trabajar y cada día luchar", aseguraba tras el triunfo ante el conjunto norteamericano. "En la línea de tiros libres es cuestión de rutinas y estar tranquilas", aseguraba una jugadora a la que el público terminó despidiendo con gritos de MVP. Las estadísticas le acaban por dar la razón: es la mejor de la selección tanto en puntos (15,7) como valoración (18), lo que la ha permitido entrar en el top 10 de un campeonato con jugadoras dos años mayores que ella.

Pero esto no es nada. Ahora queda subir el Everest. Ese monte imposible que siempre parece Estados Unidos. Aunque en este caso esa palabra no entra en el diccionario de Iyana. "Es la final soñada. Vamos a luchar e ir a por el oro como en cualquier otro partido, nos tenemos que dejar la piel", aseguraba la benjamina de un grupo que hoy espera emular a los otros junior de oro.