LEB ORO

Mario Saint-Supéry, el 'Principito' adolescente que domina el planeta del baloncesto español: "No es un creído"

El canterano de Unicaja es uno de los pilares del sorprendente Tizona. A pesar de su juventud, a sus compañeros no les extraña la explosión de uno de los grandes talentos de futuro.

Mario Saint-Supéry durante el partido ante Movistar Estudiantes./FEB
Mario Saint-Supéry durante el partido ante Movistar Estudiantes. FEB
Guillermo García

Guillermo García

Su apellido es un misterio. No así su baloncesto, que no deja dudas a nadie. La sonoridad de Saint-Supery es prácticamente idéntica a la de Antoine de Saint-Exupéry, el famoso autor francés de El Principito. Un escritor nacido en Lyon, la misma ciudad de donde era la familia materna de Mario. Sin embargo, nadie puede confirmar que el célebre escritor sea antepasado del hoy miembro del sorprendente Tizona. Ni siquiera su padre.

"Hay una teoría, que no podemos corroborar, que el bisabuelo de Mario tendría como primo a Antoine de Saint-Exupéry. He ido preguntando a la gente más mayor de la familia de mi mujer y me dicen que pueden ser apellidos distintos. Pero cabe la posibilidad de que sea familia", apuntaba Kiko Fernández en una entrevista concedida a Málaga Hoy.

Allí, en el Rincón de la Victoria de la ciudad andaluza, comenzó a botar y a tirar a canasta un jugador que apunta a fábula, como la historia de su presunto antepasado. Un talento mayúsculo en frasco todavía pequeño que ya va embriagando a todos con su baloncesto. Puro descaro y un talento ofensivo ante el que ya se han rendido entrenadores como el seleccionador nacional Sergio Scariolo ("Me parece un tío con la cabeza bien puesta hacia dónde tiene que ir, con las ideas claras, con talento", apuntaba el italiano en la última concentración de la Selección) o toda una leyenda del baloncesto europeo como Vassilis Spanoulis, que aseguró que era uno de los mayores talentos en Europa.

Mario Saint-Supéry. FEB
Mario Saint-Supéry. FEB

Mario debutó con Unicaja con sólo 16 años. En Oostende, en competición europea, hacía historia como el jugador más joven en vestir la camiseta verde, con la que también ha disputado ya 17 partidos en ACB. Entre medias, veranos con las categorías inferiores de España y entrenamientos con los mayores de la Selección. Todo como parte de un proceso de maduración en el que nadie se quiere precipitar y que le ha llevado a Burgos para seguir creciendo en la cancha.

Apenas lleva tres meses en la ciudad castellana, pero en este tiempo ya ha demostrado que su talento no entiende de edades y se ha convertido en pieza fundamental en los esquemas de Diego Ocampo. Un técnico que ha sabido leer las virtudes de su jugador y las está explotando hasta convertirle en una parte importante del segundo clasificado de la LEB Oro.

Portada de El Principito. Harvest Books
Portada de El Principito. Harvest Books

Desde que el base debutó con el Tizona Burgos el balance del equipo es de 9 victorias y una sola derrota. Diez partidos en los que ha sido capaz de promediar 10.8 puntos con un 50% en tiros de 2 y un 43% en triples, 2.3 rebotes y 2.4 asistencias. Pero más allá de los números están las sensaciones que deja en cada partido, como apuntan sus compañeros en el equipo burgalés.

"Mario tiene mucha confianza para alguien de su edad, pero en el buen sentido de la palabra. No es un creído y es un gran chico en el vestuario. No es nada tímido, de hecho para mí es uno de los chicos más graciosos del equipo", cuenta a Relevo Joe Cremo. El estadounidense es un poco el hermano mayor de Mario y el encargado de llevarle en coche a los entrenamientos y a las actividades de equipo.

Mario es, con diferencia, el jugador más joven en la plantilla de Ocampo, pero eso no significa que sea el novato. " No es nada tímido, se ríe de las bromas y se atreve con ellas también, es uno más dentro del equipo", apunta el capitán del sorprendente Tizona Ayoze Alonso. "Estoy seguro que él sabe cuál es el camino, y lo tiene claro. Creo que siendo los mejores ejemplos que él pueda tener será una buena ayuda para su progresión".

"Estoy seguro que él sabe cuál es el camino, y lo tiene claro. Creo que siendo los mejores ejemplos que él pueda tener será una buena ayuda para su progresión"

Ayoze Alonso

El Tizona, que lucha por un ascenso en la cancha mientras sigue luchando en los despachos por el reconocimiento a una causa que cambió el baloncesto español, tiene hoy una prueba de fuego. Se juega el liderato de la LEB en una plaza complicada como A Coruña. La más difícil a tenor de la clasificación. Una buena prueba de fuego para el equipo de Ocampo y para la madurez de Saint-Supéry.

"Creo que lo que hace a Mario especial es lo humilde y trabajador que es. Quiere ser un gran jugador, pero entiende que es joven y tiene un largo camino que recorrer. Su ética de trabajo, combinada con su grandísima habilidad atlética le hace un jugador muy prometedor en el futuro", señala Cremo sobre un jugador que es todo alegría según su capitán. "El 90% de las veces que le miras tiene una sonrisa en la cara. Le hace especial su forma de ser, el ser alegre fuera de la pista luego lo transmite en ella y es un muy divertido verlo jugar. Solo queda disfrutarlo mucho".