OPINIÓN

Ventanas, salud mental y salarios

Sergio Scariolo da instrucciones delante de Miquel Salvo en el último entrenamiento en Huelva./FEB
Sergio Scariolo da instrucciones delante de Miquel Salvo en el último entrenamiento en Huelva. FEB

España lo ha vuelto a hacer. En el barro del resto de selecciones y seleccionadores, Sergio Scariolo ha vuelto a salir por la puerta de delante, sin una mancha, sin una declaración en negativo. Victoria en Italia, en el mismo Pésaro (Scariolo jugó ahí su primera final europea dirigiendo al Scavolini), en la prórroga, encima. Hasta Scariolo dijo que si pudiera llamar a los jugadores Euroliga, lo mismo no los convocaba. La victoria continuada le autoriza.

Pero una mirada al resto de selecciones nos lleva a contemplar un escenario bélico. Turquía, Grecia y Serbia son tres donde solo caben dos (Letonia ya está clasificada). Eso quiere decir que o Antetokounmpo, o Jokic o unos cuantos jugadores NBA turcos no van a estar en la próxima Copa del Mundo. Recordemos que Luka Doncic no pudo estar en el 2019 (tampoco en las Ventanas). Estas tres selecciones, pertenecientes a países cercanos y con una historia común de tensiones y belicismo, se están reprochando mutuamente el permiso y no permiso de jugadores y convocatorias. Se habla de que hay clubes Euroliga permitiendo cada vez más ir a las convocatorias, normalmente a jugadores de bajo volumen de minutos. El ejemplo es Italia o Fenerbahce, con algunos que no suelen ser convocados por su club y son titulares en Ventanas.

El Partizan permitió a varios nacionales unirse a su selección. Pero no a Papapetrou con Grecia y a Yam Madar con Israel. La razón es que no podían alinear un mínimo de nueve jugadores. El Anadolu Efes turco no permitió a Micic ir con Serbia. Panathinaikos no permitió a Papagiannis ir con Grecia. Razones de control de la fatiga, próximos compromisos, viajes y presiones varias.

El próximo jueves hay un Efes-Barcelona, un clásico de los últimos años donde Ergin Ataman suele salir expulsado. Los turcos llegan con muchas necesidades, una sexta derrota sería preocupante por el duro calendario posterior. Y encima con el Fenerbahce líder en Euroliga…Al dueño de Andadolu no le gustó que su entrenador bicampeón de la Euroliga aceptara el cargo de seleccionador. Países de gatillo caliente. No quieren a Micic llegando fatigado el martes y enfrentarse a las defensas de Jasikevicius el jueves. Lupa sobre su rendimiento ante la negativa. Pero el jugador nunca quiere tirarse conscientemente piedras sobre su propio tejado.

Y mientras tanto en la NBA...

Pozzeco e Itoudis, seleccionadores italiano y griego, han ido más allá. Han mencionado la falta de sentido de apuntar únicamente al calendario de Ventanas y Euroliga. Sus mejores jugadores están en NBA y no los pueden usar tampoco. Korkmaz (Turquía), Campazzo (Argentina), Cancar (Eslovenia) o los Hernangómez son todos referentes en sus selecciones que no están entre los 10 de rotación continua de sus equipos. De hecho apenas juegan, y en más de la mitad de los partidos de sus franquicias ni pisan la cancha. Es impensable. No se puede plantear que estos jugadores de tercera unidad actualmente reciban el OK para un permiso de cinco días para ir con su bandera. Los jugadores no lo van a solicitar. Y yo lo entiendo, el que no está persiguiendo El Dorado, puede que ya lo haya conseguido. Juancho Hernangómez acumula unas ganancias brutas como jugador NBA de 25 millones de dólares a sus 27 años. A los aficionados que juegan a consultores de carrera nunca se acordarán que cuando cumplen 50 años, estos humanos tienen que seguir pagando facturas y tratando de vivir lo mejor posible (como todos) y las victorias ya las suman en verano.

Pensando en los entrenadores, ya quedando claro que Scariolo no ha sido ya primero de una franquicia NBA, la gloria europea la consigues con tu club y si te permiten o sabes convencerlos para que te permitan, compaginarlo con el banquillo de un equipo nacional (Itoudis, Ataman, el mismo Sergio Scariolo). Y la máxima gloria FIBA como mucho te pondrá como ayudante en primera fila.

Ergin Ataman, seleccionador turco, durante su último partido. FIBA
Ergin Ataman, seleccionador turco, durante su último partido. FIBA

Cada buen aficionado o cada periodista de baloncesto tiene una opinión más o menos "hater" sobre el calendario. Cada buen aficionado o cada periodista tiene una opinión en positivo sobre la salud mental de los deportistas cuando se habla de este tema. Cada buen aficionado o cada periodista apenas tiene una opinión sobre salarios en baloncesto FIBA porque no se saben los salarios en baloncesto FIBA. En esta parte del deporte los términos "compliance", "transparencia" y la "RSC" aún están por avanzar, incluso con muchos clubes y organizaciones deportivas muy dependientes de financiación de organismos públicos o uso de instalaciones deportivas públicas.

 Cada texto o artículo sobre calendario (ventanas), salud mental y salarios se trata como departamento estanco. Si una competición decide reducir en un 25% los partidos de su liga regular entonces el descanso físico y mental de sus jugadores va a ser mayor y eso quieren los sindicatos de jugadores. Por ejemplo, los trabajadores de los equipos Euroliga españoles han podido disfrutar de un fin de semana libre en mitad de temporada justo en esta ventana. Gloria. Tavares visitando alguna bodega para seguir poniendo tapones, Jasikevicius subiendo cuestas en Lisboa o Llull en Donosti celebrando su precumpleaños. Conciliación, familia, descanso mental y físico. 

Si todos estos profesionales, en los pocos momentos de descanso que tienen en mitad de temporada tienen que ir con su selección, no podrían desconectar. Y ahora vendrá el ejemplo del fútbol… Los futbolistas tienen parón de Navidad, los de basket, no. Los futbolistas, en su mayoría, no acuden a los JJOO ni se tienen que clasificar para los mismos, en fútbol no hay una NBA muy por encima de las necesidades de las Federaciones donde jueguen la mayoría de los mejores jugadores. Es incomparable.

Sobre cambiar de nuevo todos los formatos de competiciones entonces entramos en aspectos económicos. Los cuales no se pueden obviar y se obvian sistemáticamente. Cuando España decide y va a por todas en el pasado Eurobasket, no existe la posibilidad de la reconstrucción dando entrada a más jóvenes dorados del U20 o U18, sino que solo deben ir los mejores tácticamente. Es por una filosofía ganadora contrastada. Así como la llegada de Lorenzo Brown. Al equipo se le pide competir lo mejor posible, volvieron a cumplir, incluso por encima de expectativas. Los proyectos son sustentados por patrocinadores y derechos de televisión. Las primas por jugar y por ganar han de ser abonadas. No tiene nada que ver clasificar 1º con clasificar 7º. Económicamente, tampoco.

Y en cualquier competición, a la que modifiques calendarios y esos calendarios supongan una reducción de número de partidos, entonces lo que puedes ofrecer es diferente. Habrá quién dirá que menos es más. A otros, los clubes, les parecerá que siempre quieren ver pasar al Efes, al Barça y al Madrid por delante de sus abonados. Lo que es evidente es que ventanas-calendarios está directamente enlazado con la salud de los deportistas, la de sus piernas y la de su mente, que es tan mentada en los últimos años. Y también con los presupuestos y salarios que se pueden ofrecer al respecto.

¿Un 20% menos de partidos puede significar una bajada en los salarios de entrenadores o jugadores? ¿O no debería ser así?

¿Quién cederá? ¿Qué parte están dispuestos a sacrificar ejecutivos, clubes, jugadores, entrenadores?