LIGA F | REAL MADRID 0 - FC BARCELONA 3

La mentalidad de Misa refleja su compromiso y el continuo quiero y no puedo del Real Madrid

La portera del Real Madrid fue una de las jugadoras más activas durante el partido.

Misa durante el partido. /GETTY IMAGES
Misa durante el partido. GETTY IMAGES
Nagore Domínguez

Nagore Domínguez

El Barça terminó el Clásico femenino marcando tres goles. Hicieron siete tiros entre los tres palos y los cuatro restantes fueron paradas de Misa Rodríguez. Poco pudo hacer la portera del Real Madrid para evitar que los tiros de Rolfö, Aitana Bonmatí y Caroline Graham Hansen no terminaran dentro de su portería, pero sí evitó -aliada con el larguero- que la goleada fuera mayor. Además, como suele ser habitual en ella, volvió a ser una de las protagonistas del conjunto blanco por la intensidad con la que vive los partidos bajo palos.

Antes del partido, el Real Madrid realizó una piña en la que Misa, comprometida con el equipo, dio un discurso de motivación mientras sus compañeras se abrazaban para formar un círculo. Cuando ella terminó, fue Kenti Robles quien cogió el relevo. Una vez arrancó el duelo, la guardameta canaria fue la encargada de dar las directrices desde la portería.

Una vez el Barça marcó el primero tras un centro raso de Ona Batlle al segundo palo donde remató sola Rolfö, tuvo una ocasión idéntica en la que Claudia Pina no llegó a pegarle bien al balón y lo mandó al lateral de la red. En el primer gol, Misa se quedó en el suelo aguantándose la rabia. En esta segunda ocasión, sacó su carácter y empezó a corregir a sus compañeras diciéndoles que vigilaran el segundo palo.

Misa Rodríguez ante la presión de Salma.  EFE
Misa Rodríguez ante la presión de Salma. EFE

Un fallo propio pudo haberle costado caro a Misa, cuando intentó sacar el balón jugado desde atrás pero Aitana Bonmatí cortó su pase y se quedó sola, aunque la guardameta del Madrid se tiró al suelo y sacó el balón. Su rostro desencajado lo dijo todo tras el susto, y esta vez fue ella quien tuvo que pedir perdón.

Un «no te recorta» y el análisis a Graham

En la segunda parte, Caroline Graham Hansen dio un paso hacia adelante y lideró al FC Barcelona femenino. La noruega, que estuvo constantemente encarando por banda derecha, recibió un pase largo de Keira Walsh y comenzó el uno contra uno ante Olga Carmona, que llegó pasada a la jugada y tras un amago de la noruega terminó en el suelo. "¡No te recorta! ¡No te recorta!", dijo Misa, pero Hansen, dejando atrás a la lateral del Madrid, dio un pase al centro del área y Aitana empujó el balón para poner el segundo.

La guardameta tenía estudiada a Graham. La teoría es fácil, pero la práctica en este caso es muy complicada. La noruega, que está la jugadora más regular del conjunto culé, recibió el balón en la frontal del área. "Te recorta, te recorta", volvió a advertir Misa a Olga. "¡Derecha! ¡Derecha!", añadió mientras Graham entraba en su área. Tras varios recortes -efectivamente fue hacia la derecha de Olga, pero también a la izquierda- realizó un disparo potente que terminó en el fondo de la portería.

"Frontal, frontal", repitió Misa en la que fue la última jugada peligrosa del partido para el Barça. Alexia tenía el balón pegada en la banda derecha. "La estás viendo", dijo a una de sus compañeras la portera. La jugada terminó con un disparo alto de Hansen que pasó cerca del larguero. Después, Ivana se quedó analizando la jugada con Misa. "No, no. Tú no, tú no", corrigió la canaria que tras el partido, a pesar del resultado, fue corriendo a la grada a regalar sus guantes a una aficionada del Real Madrid.

El choque de mentalidades: conformismo contra rabia

La mentalidad de jugadoras como Misa, lo que hace que sea una de las más queridas por parte de la afición, choca con el discurso que dio Alberto Toril al terminar el encuentro. La portera del Real Madrid siempre es una de las más afectadas en cada derrota y, especialmente, contra el Barça por la rivalidad histórica que existe en el Clásico. Por lo menos, es la que más lo exterioriza siempre junto a Athenea del Castillo.

Cuando terminó el partido, el equipo blanco formó un corro grande entre jugadoras y el resto de componentes de la plantilla. Estuvieron un buen rato unidas escuchando las palabras de Alberto Toril que, desde lejos, parecía estar motivando a sus jugadoras. En cambio las cámaras de DAZN captaron una charla que nada tiene que ver con la mentalidad de las jugadoras y, especialmente, con el ADN del Real Madrid: "Os felicito por el trabajo, de verdad, ¿eh? No os vayáis tristes por eso, ¿vale? Seguid intentándolo, ¿de acuerdo? Venga, vamos, chicas".