Así es el contrato de un árbitro VAR: más de 130.000 euros anuales, exámenes y 'deberes' para hacer en casa

Reuniones antes y después de los partidos, exámenes físicos y técnicos, 'deberes', y unos 150.000 euros brutos entre sueldo y derechos de imagen. Estas son algunas de las condiciones que los árbitros VAR aceptan al firmar su contrato antes del inicio de cada temporada y que mantienen a lo largo de los siguientes 12 meses.

Relevo ha tenido acceso al sumario del 'Caso Negreira', en el que se presenta el contrato de los colegiados de VAR. En primer lugar, el árbitro tiene que estar en posesión de la licencia de Asistente de Video Profesional de Primera División expedida por la RFEF. El segundo paso es superar las pruebas médicas, físicas y técnicas que establece el Comité Técnico de Árbitros (CTA), órgano que pertenece a la propia federación.

A continuación desglosamos cuáles son las responsabilidades de los árbitros antes y después de cada partido, su preparación física y técnica, el constante proceso de formación y aprendizaje que acatan, sus horarios y cuánto cobran.

Las responsabilidades de los árbitros de VAR no se ciñen únicamente a los 90 minutos que duran los partidos. Tienen la obligación de hacer dos reuniones, que normalmente son telemáticas, antes de los encuentros. Una es con los árbitros que saltan al verde -y que pernoctan en la ciudad donde les toca actuar- y otra con los compañeros de videoarbitraje: árbitro principal, asistente y operadores de video.

Como también hacen los entrenadores, hay sesiones de corrección después de los partidos. Un delegado-informador acude a los estadios para ver la actuación de los árbitros y luego se reúnen para analizar aciertos y errores.

No sólo es saltar a la cancha con la teoría aprendida y ser el juez del partido. Todos los árbitros están obligados a participar en reuniones, conferencias o seminarios de formación cuando lo ordene el CTA. Es la Comisión Técnica de este organismo, que pertenece a la RFEF, quien establece pruebas periódicas.

Esta comisión es la encargada de poner 'deberes' a los colegiados. Pueden ir de video test, test de discusión y módulos de formación hasta exámenes sobre las reglas del juego, la aplicación del VAR o estudiar el material que envía el CTA. A todos se les realiza un control médico exhaustivo antes de empezar la temporada y otro con LaLiga ya en marcha. En caso de no pasar las pruebas físicas y/o técnicas en dos ocasiones consecutivas, automáticamente se le rescindirá el contrato.

Los árbitros no sólo tienen que dar la cara en los exámenes, en muchos casos también hacen de mentores. Hacen cursos de formación a los clubes que compiten en las categorías que arbitran para informar sobre novedades y resolver dudas sobre asuntos del reglamento y el protocolo del VAR.

Además, también se comprometen a participar en jornadas de formación arbitral a nivel autonómico, a colaborar en campañas de captación de árbitros o en campañas de la RFEF y en programas de mentorización con colegiados de categorías no profesionales. Si un trencilla no acude a una de las actividades obligatorias también corre el riesgo de que se le suspenda.

Perciben un sueldo bruto anual de 132.600€, distribuidos en 12 pagas, a los que también hay que añadir otros 23.400€, distribuidos de la misma forma, por ceder sus derechos de imagen a la federación. Tienen un día y medio de descanso semanal garantizado y 30 días de vacaciones al año. Eso sí, sólo pueden disfrutar de ellas cuando no haya competición.

¿Y cómo es su día a día? En el contrato figura que los árbitros trabajan casi 1.800 horas anuales. Es decir, 40 horas semanales. Se dividen de esta forma.

A los árbitros 'convencionales', los que imparten justicia in situ, perciben dos tipos de dietas. Una de 59€ para el viaje, taxis, peajes... Y otras dos de 53€ para los desplazamientos en que haya que pernoctar. Si se duerme fuera dos noches se reciben tres dietas; cuatro en caso de que sean tres días de pernoctación. En caso de viajar en vehículo particular reciben 0,19€ por kilómetro.

Otro de los motivos por los que la RFEF se puede rescindir el contrato de un árbitros es "como consecuencia de incumplimientos muy graves y culpables del trabajador -el árbitro- de las obligaciones derivadas de él".

También añade que "durante la vigencia del presente contrato, el trabajador se compromete a no tener ningún tipo de interés directo o indirecto en una actividad o entidad deportiva de la realizada por la RFEF" y que "se compromete a no desempeñar o realizar otras actividades profesionales distintas a las realizadas por la RFEF".