Marruecos hace historia y rompe el techo africano de los mundiales

Marruecos no se cansa de hacer historia. La ha vuelto a hacer al superar a la Portugal de Cristiano Ronaldo. La generación dorada celebró ante España su mejor clasificación histórica en un Mundial, alcanzando los cuartos de final e igualando las participaciones de otros vecinos continentales como Camerún, Senegal y Ghana. Pero el triunfo ante Portugal no es solo un récord a nivel nacional, también continental. Es el gran salto que toda África venía buscando desde hace décadas. Marruecos está en semifinales. Por primera vez en la historia, un país africano es uno de los cuatro mejores del mundo.

Bounou, Achraf, Ziyech, Amrabat, Boufal, En Nesyri… Sus nombres figuran ya como héroes del continente. El paso que se viene esperando desde hace décadas ha llegado. El 10 de diciembre de 2022 es para siempre una de las fechas más importantes desde el nacimiento del fútbol africano. Para encontrar un día tan importante en la historia de los mundiales hay que remontarse al Mundial 1990, cuando Camerún rompió el techo de los octavos de final y se plantó en cuartos. Era la primera vez que un país africano lo hacía.

Después lo consiguieron Senegal, cayendo en cuartos de final de Francia 1998 ante Turquía, y Ghana, en Sudáfrica 2010. Los Black Stars fueron los que más cerca lo tuvieron, quedando apeados en la famosa tanda de penaltis ante Uruguay e incluso habiendo contado con un penalti en el minuto 120 que Gyan Asamoah mandó a las nubes.

La selección de Marruecos está siendo la gran revelación del Mundial de Catar. Y se ganó este cartel desde la fase de grupos, liderando el Grupo F por delante de Croacia, Bélgica y Canadá. Merece mención que dos selecciones de ese grupo estén confirmadas en semifinales, algo que ya sucedió en el anterior Mundial con Bélgica e Inglaterra, que finalmente cayeron en el último paso antes de la gran final.

Si en grupos enamoró, en la fase de eliminatorias ha acabado de convencer a todos de que sus triunfos no son de casualidad. Con Walid Regragui en el banquillo desde hace solo tres meses, los marroquíes han sumado tres victorias y dos empates en Catar. Suena bien, pero aún mejor lo hace este dato: No ha recibido gol ni de Croacia, Bélgica, España ni de Portugal. Casi nada.

Superarles es muy complicado. Por eso han hecho historia y nos han regalado una imagen nunca antes vista: aficionados africanos celebrando el pase a 'semis'. Los jugadores se acercaron a los fondos de un estadio plagado de seguidores árabes y celebraron con sus banderas a los hombros, liderados por Regragui, que también personifica uno de los grandes cambios que se han vivido en este Mundial en cuanto al fútbol africano.

Por primera vez, los cinco representantes del continente tenían seleccionadores de su país. Aliou Cissé (Senegal), Rigobert Song (Camerún), Otto Addo (Ghana), Jalel Kadri (Túnez) y el propio Regragui han sido los líderes en los banquillos, pero el gran triunfador que quedará en la historia es Walid. Un técnico nacido y formado en Francia pero con raíces y corazón de Marruecos.